Turismo en Dos Hermanas

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Turismo en Dos Hermanas

Puntos de interés

Monumento al Viajero.

Se alza en la plaza del Arenal, delante de la fachada principal de la estación del tren. El monumento se instala con motivo de una importante remodelación a que es sometida la plaza en 2001 y constituye una obra del artista utrerano Salvador García, que pretende ser un homenaje de la ciudad de a todas las personas que han llegado hasta aquí y que hoy se integran en su población. Consta de dos elementos diferenciados entre sí: por un lado se presenta una gran estructura horizontal que recuerda a una especie de maleta de viaje, realizada en acero "oxidado" o acero cortén; y por otro a un grupo de tres figuras humanas que representa a viajeros, dos hombres y una mujer, de pie, aislados entre sí y realizados en bronce.

Plaza que se encuentra situada en el casco histórico de la ciudad y es uno de sus lugares más emblemáticos, ya que aquí se encuentran, entre otros, el edificio del Ayuntamiento, de clara estética regionalista y ocupando casi por entero uno de sus frentes, y la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, una interesante construcción de ascendencia mudéjar remodelada durante la época barroca. La plaza presenta una forma sensiblemente ovalada y cuenta en el centro con un espacio ajardinado y con bancos, cuyo elemento más representativo es una amplia fuente ornamental, que preside y ordena todo este espacio. A uno de sus lados, y muy próximo al Ayuntamiento, se levanta un grupo escultórico que tiene como centro al rey de España don Juan Carlos I.

Situada en el interior del centro tradicional de la localidad, muy próxima a la céntrica Plaza de la Constitución, su imagen actual es el resultado de la reordenación a que fue sometida en el año 1985, siguiendo las pautas del proyecto ganador en el Concurso de ideas convocado para tal fin y cuyos autores fueron los arquitectos Francisco José Barrera, Luis J. Contador, Pablo Sánchez y Francisco C. Suárez. Como consecuencia, presenta hoy un marcado carácter peatonal, con gradas sobre uno de los lados para salvar los desniveles existentes con algunas de las calles que confluyen en ella. Entre sus elementos singulares, destaca un moderno kiosco ubicado sobre uno de sus ángulos y un sencillo monumento con un busto dedicado al poeta sevillano Luis Cernuda.

Edificios y monumentos

Arquitectura civil

El edificio del Ayuntamiento se sitúa en la céntrica Plaza de la Constitución, ocupando su fachada casi la totalidad de uno de sus frentes menores. Su imagen externa reproduce la fachada de estilo regionalista que trazaron entre los años 1939 y 1942 los célebres arquitectos Juan Talavera y Heredia y Antonio Delgado y Roig, siendo del primero de los citados, además, la ordenación de la propia plaza. El edificio actual es obra de los también arquitectos Rafael López, Daniel Conesa y Jesús Medina, y fue oficialmente inaugurado con fecha de día 10 de noviembre de 1998.

Centro público en una de las mejores zonas de la ciudad, que engloba distintas dependencias municipales. Tras su construcción (año 1994), en principio fue usado como sede del ayuntamiento, en el período comprendido entre 1996 y 1998, durante el tiempo en el que se realizaban las obras en la nueva Casa Consistorial. Después, el edificio ha sido adaptado para instalar en su interior la Biblioteca Pública Municipal "Pedro Laín Entralgo", que comparte sus espacios con otras delegaciones municipales como son las de Cultura y Fiestas, la de Educación y las de Juventud y de la Mujer. Se trata de un interesante edificio de uso público que recuerda el estilo racionalista, y que se caracteriza por su amplio y alargado frente curvo porticado.

La estación de trenes de Dos Hermanas está situada cerca del núcleo administrativo de la ciudad, y tiene su acceso principal a través de la céntrica plaza del Arenal. Fue inaugurada el día 1 de noviembre de 1860 con la apertura del tramo Sevilla - Jerez de la Frontera, de la línea de ferrocarril Sevilla - Cádiz proyectada en 1856. La estación presenta al exterior un edificio de dos plantas de altura con una estética que responde al estilo neomudéjar habitual en muchas estaciones de trenes de la segunda mitad del siglo XIX. Junto a su acceso principal, desde la plaza del Arenal, puede verse un interesante conjunto escultórico que pretende ser un homenaje al viajero.

Almona -palabra de origen árabe empleada para denominar las fábricas de jabón- que se encuentra situada en pleno centro de la población. Desde el punto de vista constructivo es un edificio donde destaca su torre mirador, la portada, la torre de la viga y los tejados de las naves, que sobresalen del conjunto de edificios colindantes. La hacienda respondía a la tipología habitual de estas construcciones con señorío: oratorio, patio principal y de labor, torres de molino, nave de trojes y almacenamiento de aceite, cuadras, viviendas de obreros etc. Esta hacienda es un claro ejemplo de las realizadas en el siglo XVIII, según las características imperantes del estilo barroco. En la actualidad está restaurada y remodelada para usos culturales según proyecto de los arquitectos Felix de la Iglesia, José Ramón Moreno y Alfonso Ruíz.

Históricamente corresponde a la hacienda donada por el rey Pedro I de Castilla a Doña María de Padilla, pasando luego a propiedad de la Catedral de Sevilla. Tras la Desamortización pasó a manos de la familia Ybarra, en cuya propiedad continúa hoy día. Se encuentra situada en el centro de un área arqueológica de gran riqueza, en la que se han detectado hasta cinco yacimientos romanos, conservándose en la torre una pequeña colección arqueológica. También hay testimonios de la proximidad de un yacimiento paleolítico al aire libre. En la Hacienda destaca la existencia de un aljibe de planta rectangular, hoy cubierto casi en su totalidad. Y la Torre, de planta rectangular, y con dos plantas: se encuentra cubierta con terraza rodeada de almenas, y a ella se accede desde el patio principal mediante una pequeña portada de arco apuntado flanqueado por dos columnas añadidas de material de acarreo.

Se encuentra situada en el ángulo en chaflán de una manzana de viviendas que se abre a dicha plaza. Se trata de un interesante ejemplar de torre-mirador, de planta rectangular y estilo barroco, cuya construcción se fecha en el siglo XVIII. Adornado exteriormente con las clásicas molduras y resaltes de la época, tiene la particularidad de aparecer prácticamente exenta debido a que se alza en solitario a una altura considerable sobre un edificio que solo está construido en planta baja, lo cual favorece su visión desde casi cualquier punto del entorno.

Arquitectura religiosa

Situada en la céntrica calle Real Utrera, su historia comienza con la compra, por parte de la Hermandad, de una casa de construcción antigua y con su ocupación efectiva por la corporación el 1 de diciembre de 1978; la casa fue adaptada sin obra alguna para Casa hermandad, siendo bendecida por el entonces párroco de la iglesia de Santa María Magdalena antes de finales de ese mismo año. La demolición de la vieja casa se inicia en agosto de 1982, y en febrero de 1983, aniversario de la fundación de la hermandad, se colocó la primera piedra de la obra. El 5 de noviembre de 1995 quedó bendecida la Capilla en el transcurso de una misa, con representaciones de todas las hermandades locales, así como de la Hermandad del Gran Poder de Sevilla.

Capilla de pequeñas dimensiones que acoge en su interior la imagen de Santa Ana, patrona de la ciudad, que aparece formando un grupo escultórico unitario junto con la Virgen y el Niño; se trata de una pequeña talla de madera policromada que, según la leyenda, fue hallada en una cueva existente siglos atrás en este mismo lugar por las dos hermanas Elvira y Estefanía Nazareno. Este descubrimiento, leyenda o realidad, con el tiempo daría lugar al nombre de la ciudad: "Dos Hermanas", así como al gentilicio de sus habitantes, hoy conocidos como "nazarenos". De estilo mudéjar en su origen, fue parcialmente reedificada durante el siglo XVII, quedando posteriormente abandonada. De una sola nave que se cubre con un artesonado de vigas de madera inclinadas a dos aguas, de tipo mudéjar, la capilla fe reconstruida a finales del siglo XIX y posteriormente en el año 1996.

La iglesia y su cerca se hallan en las inmediaciones del Cortijo del Cuarto, un lugar que está íntimamente ligado a la historia de la Reconquista de Sevilla ya que, según se afirma, estuvo allí situado uno de los campamentos del rey Fernando III, quién mandó edificar la iglesia en tiempos de la toma de Sevilla, en 1248. Fue reedificada posteriormente en 1859 por sus descendientes, los duques de Montpensier, según consta en una inscripción de la iglesia. Ermita con planta de una sola nave, con techumbre de madera a dos aguas y una pequeña sacristía adosada al templo. De estilo neomudéjar, destaca al exterior el ajimez sobre la puerta de entrada, con arcos de herradura; y en el interior, el retablo dorado de estilo rococó, fechado en 1788 y procedente de La Rinconada.

Se trata de un amplio templo de antigüedad no documentada, que fue remodelada bajo la estética del barroco entre los años 1733 y 1765. En el siglo XX, y durante los violentos incidentes ocurridos en 1936, la iglesia sufrió importantes daños debidos a los efectos de un incendio provocado, por lo que hubo de ser reconstruido posteriormente. Dicha reconstrucción se llevó a cabo en el año 1939 bajo la dirección del arquitecto sevillano Aurelio Gómez Millán, en una intervención que respetó su anterior composición, tanto en planta como en alzado, aún cuando le fueron introducidas algunas modificaciones. El espacioso edificio consta de tres naves, más crucero y capillas adosadas. En el hastial -fachada de los pies-, se levanta la portada, y a uno de sus lados, la torre. En su interior se venera la imagen de la Virgen de Valme, obra del siglo XIII, junto con los restos del pendón de Ab-Xataf, último rey moro de Sevilla. Otras imágenes interesantes son la de la Virgen de las Virtudes, de la escuela de Pedro Duque Cornejo; la de la Divina Pastora, obra de José Montes de Oca de 1743 o la de Santa María Magdalena, de Luis Álvarez Duarte.

Parques y jardines

Situado junto al centro de la ciudad, tras la vía del tren, se llega a él desde el centro a través de una pasarela. Está integrado por la propia Alquería del Pilar, la Huerta de San Luis, las Huertas de Ybarra, y el palacete neomudéjar, una construcción de 1872 que asemeja una fortaleza defensiva. En él está el auditorio municipal, llamado Los del Río, en honor al célebre dúo de artistas de la localidad. De gran amplitud, situado al aire libre, su capacidad es de 3.600 personas sentadas, aunque al ser al aire libre cuenta con una extensión muy grande de césped en los laterales, lo que permite que la gente se siente allí a escuchar los conciertos en época estival.

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