Calle Águilas (Sevilla)
La calle Águilas de Sevilla es una vía urbana que se encuentra situada dentro del distrito Casco Antiguo de esta ciudad.
Ubicada en el interior de su recinto histórico, y de recorrido no muy largo, enlaza la Plaza de Pilatos con la calle Alfalfa, situada ya al pie de la plaza del mismo nombre.
Cuenta con un trazado algo sinuoso y con aceras muy pequeñas de ancho variable, características habituales en las calles del centro, debido a las alineaciones irregulares que presentan los edificios que se asientan en ella.
Esta calle está integrada en uno de los principales ejes de acceso a la vieja ciudad intramuros, pues forma parte de una de las vías que partiendo del centro llegaban hasta una de las puertas de entrada de la ciudad, en este caso a la denominada Puerta de Carmona. Fue por ello muy transitada desde antiguo, y aún hoy lo es, incluso para los vehículos que llegan al interior desde esa zona de la antigua ronda perimetral.
En su recorrido existen algunos edificios de alto valor arquitectónico como son el convento de Santa María de Jesús, la denominada Casa de las Águilas que da nombre a la calle, o la más moderna Casa José Manuel Borrego, situada frente a ella. El resto del caserío es, en general, el propio de la arquitectura doméstica de la Sevilla tradicional; poco transformado a lo largo de las últimas décadas y destinado a un uso eminentemente residencial.
Contenido
Edificios y puntos de interés
Convento de Santa María de Jesús
Fundado en el año 1502 a instancias de Don Álvaro de Portugal, sus trazas se deben al arquitecto Pedro Díaz de Palacios.
Se configura a partir de unas primeras casas particulares que forman el primitivo núcleo del covento que tiene como elemento fundamental un claustro al que se abren la iglesia, el refectorio, la sala capitular, la enfermería y los dormitorios.
De gran interés es su iglesia, a la que también se accede desde la calle. Pertenece al tipo de las conocidas como "de cajón", realizadas con una sola nave y con cabecera plana. Se cubre a través de una bóveda de cañón excepto en la cabecera, donde lo hace mediante un notable artesonado mudéjar de base octogonal.
Al exterior muestra su portada, que cuenta con un hueco adintelado sobre el que se crea un frontón partido para situar en el centro una hermosa hornacina de casetones que incluye una imagen de la Virgen con el Niño, todo ello realizado en el año 1595 y atribuido al arquitecto y escultor Juan de Oviedo.
Casa de las Águilas
Su construcción data del siglo XVIII, de ahí su carácter barroco, aunque ha pasado por distintas reformas, las más importantes realizadas durante el siglo XIX.
De ella lo más conocido es su noble fachada, construida en dos plantas de altura, dotada de una fuerte bicromía y planteada con una composición muy simétrica que centra toda su atención en una importante portada, que con las singulares esculturas de sus águilas junto al balcón en el cuerpo superior, dan nombre a la casa y también a toda la calle.
Organizada a partir de pilastras corintias de orden gigante, la fachada consta de cinco calles verticales, en cada una de las cuales se abren dos huecos, uno por cada planta, de proporciones muy verticales. Completa la composición elementos habituales como un zócalo de base y un amplio alero como remate superior.
Al interés arquitectónico y compositivo de esta casa hay que añadir además el correspondiente a los materiales empleados, tanto en revestimientos y pavimentos como en cerrajería y carpintería, así como en los valiosos artesonados que cubren algunas de sus dependencias
Casa Manuel José Borrego
Se construye sobre una casa romántica edificada en la segunda mitad del siglo XIX a partir de un proyecto del arquitecto Mariano Rojas que fue admitido al célebre concurso de "Casa sevillana" convocado por el Ayuntamiento de la ciudad en el año 1912.
La obra la proyecta su autor dentro de la estética modernista, pero con ciertos elementos propios del regionalismo; pero no llegaría a acabar las obras, ya que por diferencias con el promotor renunció a ellas al año siguiente, en 1913, siendo sustituido por el también arquitecto Antonio Arévalo Martínez, quien finalmente concluyó el trabajo en 1914.
Dotada de una interesante fachada, cuenta con bellos motivos decorativos pertenecientes a distintas tendencias estéticas, entre las que se encuentran las dos citadas y la neoplateresca. Esta mezcla intencionada de tendencias artísticas en la misma fachada hace que pueda calificarse éste como un edificio propio de la arquitectura ecléctica.
Mapa de situación
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