Guillermo Carrasquilla Rodríguez
Guillermo Carrasquilla Rodríguez (1882 - † 1956), miembro de una conocida saga de bordadores, fue uno de los grandes bordadores de la Semana Santa sevillana del siglo XX.
Historia
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Sobrino del célebre Juan Manuel Rodríguez Ojeda, fundó su propio taller que llamó de Nuestra Señora de la Esperanza en 1931, en el número 36 de la calle San Luis. Fue continuador de la obra de su tío manteniendo bordadoras, útiles y diseños; pasando el taller tras su fallecimiento a manos de su hijo, José Guillermo Carrasquilla Perea.
Obra
En 1934 trabaja para la Hermandad de La Hiniesta, para la que realiza un espléndido simpecado, donde la imagen de la titular desaparecida en el incendio de 1932 centra la composición en el interior de un óvalo , vestida de hebrea y bordada en sedas de colores.
Cinco años después realiza para María Santísima de la O un manto bordado en oro siguiendo los diseños de su tío, el genial Juan Manuel Rodríguez Ojeda; manto que posteriormente, en 1992, serían pasados a nuevo terciopelo en los talleres de Santa Bárbara.
En 1947 Guillermo Carrasquilla lleva a cabo el bordado del espectacular Simpecado de la Hermandad de la Amargura, según diseño de Antonio Cobos Soto; una obra por la que fue merecedor de la primera medalla en la sección de Arte Sacro en la Exposición Nacional de Artes Decorativas celebrada en Madrid ese mismo año.
Solo dos años más tarde estrena la Virgen de los Desamparados de la Hermandad de San Esteban un palio nuevo, todavía sin acabar, bordado en hilos de plata a realce sobre terciopelo grosella y malla de plata; palio que en 1963 fue adquirido por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Marchena, y sus bordados pasados a terciopelo azul en el taller de Sobrinos de Caro.
En el año 1951 llevó a cabo el bordado de la conocida como "la túnica persa" de Nuestro Padre Jesús del Silencio, de la Hermandad de la Amargura; una espléndida túnica bordada en oro sobre tisú de color blanco que centra sus motivos ornamentales en los bordes inferiores, en el pecho y en las mangas hasta la altura del codo. Esta pieza está considerada como una de las más conseguidas de las realizadas para la Semana Santa sevillana en la segunda mitad del siglo XX.
Bibliografía
- Antonio Mañes Manaute: Esplendor y simbolismo en los bordados. En: Sevilla Penitente, volumen III. Editorial Gever, S.A., Sevilla, 1995.
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