Arte gótico
El arte gótico surge en la Europa del último medievo, en los siglos XII al XIV, un período de grandes transformaciones sociales y económicas donde se superan los condicionantes feudales y aparecen nuevos centros de poder como son las monarquías, las grandes ciudades, el clero, y las potentes clases sociales de comerciantes y banqueros.
Generalidades
Surge en el corazón de Francia donde, desde el siglo XII las grandes ciudades parecen competir en grandes catedrales como Chartres, Amiens, Reims o Paris. El nuevo estilo se expande al resto de Europa, siendo la catedral de Canterbury el primer gótico inglés, iniciado, en 1174. Más tardías son las grandes construcciones centroeuropeas, comenzándose la catedral de Colonia en 1248, mientras que la de Viena lo hace en la primera mitad del siglo XIII.
En Italia y España el tipo es menos puro, diversificándose a medida que se retrasan sus construcciones. Las últimas manifestaciones del gótico -“el flamígero”- son de final del siglo XV; y en países como España se continúa durante parte del XVI, al tiempo que se extienden las nuevas ideas renacentistas.
Arte gótico en la geografía hispalense
En Andalucía la principal obra gótica es la gran Catedral sevillana, iniciada en el siglo XV, con importantes muestras de arquitectura, escultura y pintura gótica. La bóveda de crucería, los audaces arbotantes, la ligereza de los muros, la aparición de las grandes vidrieras, y los altos pináculos, son elementos que caracterizan esta arquitectura.
Dentro de la provincia quedan importantes edificios góticos, algunos muy transformados posteriormente. Construcciones civiles como las Atarazanas Reales o la Torre de don Fadrique, o religiosas como la iglesia de Santa Ana en la capital, o las de Nuestra Señora de la Asunción de Carmona, de Santiago de Utrera, o de Santa María de Estepa, son buenos ejemplos de construcciones góticas. Los grandes maestros del gótico en esta zona son Alonso Rodríguez y Juan Gil de Hontañón.
Las artes menores como la escultura o la pintura; las vidrieras, los relicarios o las miniaturas evolucionan notablemente, tanto en su concepto como en su técnica, dando lugar a obras tan grandiosas como el gran Retablo Mayor de la catedral hispalense.
Bibliografía
- Como reconocer el arte Gótico. María Cristina Gozzoli. Editorial Médica y Técnica, S.A. Año 1980.
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