Convento de la Encarnación (Osuna)
El convento de la Encarnación, de Osuna, es un edificio de carácter religioso que se encuentra situado en la parte alta de la ciudad.
En concreto, se levanta justo en la plaza de su mismo nombre, enfrente de donde se encuentra el acceso principal al más importante de los edificios religiosos de la ciudad, la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción.
Contenido
Historia
Este edificio fue fundado en su origen como "Hospital de la Encarnación del Hijo de Dios", en el año 1549, transformándose posteriormente en monasterio de monjas mercedarias, en el año 1626, sin que en la actualidad se conserven restos del anterior edificio hospitalario.
La fachada de la iglesia sigue el modelo estético que fue creado por el arquitecto Fray Alberto de la Madre de Dios para el convento de la Encarnación, de Madrid.
Convento
Al interior del convento se accede a través de un pequeño y recoleto compás que se abre a la plaza con un sencillo hueco acabado en arco de medio punto recercado por grandes dovelas de piedra. En el apacible interior de este compás existen cuidados parterres con arbustos y flores y algún árbol de mayor porte; y al fondo, una sencilla puerta que da entrada a las dependencias domésticas y conventuales.
Gran parte del interior de la clausura de este convento se ha convertido en nuestros días en un admirable museo, dispuesto en torno al claustro principal, que es de dos plantas levantadas sobre columnas de mármol blanco.
El zócalo del claustro se muestra revestido con azulejos sevillanos del siglo XVIII, que forman una excepcional y casi colección única, con representaciones de los cinco sentidos y de las estaciones del años, una vista de la Alameda de Hércules de Sevilla y de las monjas del convento rezando en el coro. Figuran también escenas de montería y tauromaquia.
Iglesia
La fachada exterior de la iglesia está realizada en ladrillo, con una portada en dos cuerpos que enmarca el hueco de acceso por medio de pilastras, rematándose superiormente con un frontón partido.
En el muro de la derecha se abre otra portada, formada por pilastras que sostienen un arco carpanel.
El interior de la iglesia es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos y una pequeña bóveda sobre pechinas en el presbiterio.
La bóveda de la nave está ornamentada a base de yeserías barrocas donde se hallan incrustados diversos lienzos.
Bibliografía
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