Poetas sevillanos del siglo XVIII
Existe un nutrido grupo de poetas sevillanos del siglo XVIII que contribuye a la interesante nómina de autores españoles de esa época.
Breve introducción a la poesía española del XVIII
En la literatura española con frecuencia se ha asociado el siglo XVIII con el neoclasicismo, pero eso supone caer en una fácil simplificación, pues el vocablo neoclasicismo no trata una actitud exclusiva del "siglo ilustrado", y la tendencia a los clásicos ya existió en épocas anteriores como los siglos XVI y XVII.
Por ello para la literatura de este siglo es más apropiada la expresión "Literatura ilustrada", que además de tener como fuente a los clásicos grecolatinos y los del Siglo de Oro español (Garcilaso, Fray Luis o Fernando de Herrera) también se inspira en los autores franceses de la Ilustración como Rousseau, Voltaire, Montesquieu o los enciclopedistas; no hay que olvidar que el siglo en España comienza con los Borbones (Felipe V, 1700-1746) y con el consiguiente afrancesamiento de la corte, las costumbres y las modas.
Con la poesía dieciochesca se llega hasta bien entrada la centuria siguiente, no acabando antes de los años 30 del siglo XIX, aunque algunos estudiosos lo dejan en 1808, fecha crucial para la historia de España.
Para catalogar la literatura de esta época es muy útil el libro publicado por Joaquín Arce en 1981: "La poesía del siglo ilustrado", resumen y ampliación de trabajos anteriores y punto de referencia para conocer su desarrollo cronológico y las tendencias y formas de la poesía española setecentista, con el siguiene esquema evolutivo:
- Hasta 1750, aproximadamene, queda una clara persistencia de la poesía barroca, tanto en su vertiente conceptista (Álvarez de Toledo) como en su vertiente culterana (Lobo, Porcel, Torrepalma…).
- En los años centrales del siglo (1750-1770) domina la poesía rococó, modalidad poética situada entre el gusto barroco y la plenitud de la Ilustración (Torrepalma, Porcel y sobre todo, Cadalso.).
- Y a partir de los años 70 y hasta entrado el siglo XIX, una poesía plenamente ilustrada e innovadora que se manifiesta a la vez en dos direcciones: la prerromántica y la neoclásica, represenadas a veces por los mismos poetas. Los máximos exponentes del prerromanticismo serían Meléndez y Jovellanos, y del neoclasicismo, Moratín y Quintana.
La aportación sevillana
Sevilla y su provincia dio excelentes poetas durante este tiempo, y muestra de ello son los siguienes autores:
- Gabriel Álvarez de Toledo.
Nacido en Sevilla en el año 1662, fue de condición noble. Bibliotecario real y uno de los fundadores de la real Academia Española. Su poesía permanece muy unida a los grandes modelos del barroco español, tanto en su vertiente burlesca como en la de contenido moral y religioso.
- José María Vaca de Guzmán.
Nacido en Marchena en 1744, fue alcalde del crimen de la Chancillería de Granada y alcalde de Casa y Corte. Se hizo notar por dos largos poemas: "Las naves de Cortés destruidas" y "Granada rendida".
- José Marchena.
Nace en Utrera en 1768. Estudió en Madrid y en Salamanca. Tras recibir las Órdenes Menores abandonó la carrera eclesiástica. Su obra poética refleja una fuerte inquietud ideológica y política.
- Manuel María del Mármol.
Nació en Sevilla en 1769. Fue sacerdote y llegó a ser capellán real y rector de la Universidad hispalense. Hombre de inquietudes muy variadas, mostró una permanente afición a la actividad poética y destacó en los metros cortos y popularistas (romances, seguidillas…).
- José María Blanco White.
De origen irlandés, nació en Sevilla en 1775. Ordenado sacerdote, llegó a ser capellán real de la catedral de Sevilla, ciudad donde tranascurrió la primera parte de su vida, en activo contacto con los restantes miembros del grupo poético sevillano del momento (Lista, Reinoso, Mármol…).
- Alberto Lista.
Nació en Sevilla en 1775. Sacerdote que en su juventud vivió y escribió en Sevilla, al lado de otros miembros de la llamada "segunda escuela poética sevillana", de la que puede considerarse el autor más representativo y prestigioso. Alumnos suyos fueron, más tarde en Madrid, Espronceda, Patricio de la Escosura y otros, protagonistas del movimiento romántico. Tras un corto exilio en Francia debido a sus simpatías por la causa de José I, volvió a España y al final de su vida se instaló en Sevilla, donde ocupó una canonjía y fue decano de la recién creada Facultad de Filosofía.
Bibliografía
- Poesía española del siglo XVIII. Edición de Rogelio Reyes. – Ediciones Cátedra, S.A., 1988. Madrid.
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