Arte islámico

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Aldabón y puerta de bronce en el Patio de los Naranjos de Sevilla.

El arte islámico aparece como consecuencia de un movimiento religioso (el Islam) iniciado en el año 610 por Muhammad ibn Abdallah (Mahoma), en la ciudad de La Meca, en la Arabia Central. Huido en el 622 a Medina, funda una primera comunidad religiosa y se convierte pronto en jefe político de la ciudad, conquistando los territorios vecinos.

Generalidades

Comienza con la dinastía omeya (661-750), período donde surgen la mezquita, el arco de herradura y el alminar; y en decoración, el uso del mosaico y los motivos ornamentales.

Con los abasíes (750-1258) se asimila la cultura sasánida y aparecen el mausoleo y los mocárabes, con gran impulso de la cerámica. Otras dinastías como la fatimí (963 -1171) con capitalidad en El Cairo, o la de los turcos seljúcidas (1038-1194), aportan nuevas características, pero apenas afectarían a la península ibérica.

El arte islámico llega a España en el año 711, acabando en 1492 con la toma del sultanato de Granada por los Reyes Católicos. Se distinguen hasta cuatro etapas, que son:

  • El Emirato y Califato de Córdoba (711 a 1031).
  • Los Reinos de Taifas (1031 a 1086), tras el desmembramiento de aquél, grandes taifas o reinos como Sevilla, Toledo o Zaragoza, coexisten con taifas menores como las de Carmona o Morón, en el área de Sevilla.
  • La época de las invasiones norteafricanas: con los almorávides y los almohades. (1086 – 1268).
  • El Sultanato de Granada (hacia 1232 a 1492).

La arquitectura se caracteriza por los volúmenes nítidos, sobrios al exterior y de gran suntuosidad en el interior; en un arte que integra la construcción, la vegetación, y el agua. Sus construcciones emblemáticas, la mezquita y el palacio, y en decoración aparece el arabesco de tipo geométrico y motivos vegetales.

Sus materiales son el ladrillo, el yeso, la mampostería, el mármol y la piedra, estos últimos a menudo tomados de edificios anteriores, especialmente romanos.

Arte islámico en la geografía hispalense

La zona de Sevilla destaca en la época de las Taifas, donde florece en especial la de Sevilla, con la figura del rey Al Mutamid (el rey poeta) y su palacio del alcázar; y bajo la dominación almohade, cuando se erigen las grandes construcciones como la nueva Mezquita Mayor de la que se conservan el patio de abluciones (Patio de los Naranjos) y el alminar (la Giralda), construido por los arquitectos Ben Basso y Alí de Gomara, entre 1184 y 1198. Además, se reforman las murallas y se erigen elementos defensivos como la Torre del Oro.

En la provincia se conservan notables construcciones de tipo defensivo, tales como murallas con sus puertas, o castillos y alcázares, como los de Alcalá de Guadaíra, Marchena o Carmona, y algunos restos de mezquitas, como el patio de abluciones existente en la Iglesia de Santa María de esta última ciudad.

Bibliografía

  • Cómo reconocer el Arte Islámico. Gabriele Mandel. Editorial Médica y Técnica. Año 1980.

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