Los Desposorios de la Virgen (Murillo)
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Nombre del cuadro |
«Los Desposorios de la Virgen» |
Localización |
Colección Wallace de Londres (Reino Unido) |
Año de creación |
1660 |
Autor |
Bartolomé Esteban Murillo |
Propiedad |
Pública |
Catalogación |
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«Los Desposorios de la Virgen» es una obra de Bartolomé Esteban Murillo de 1660.
Pintura al óleo, de 76,2 cm de altura x 56,5 cm de ancho, sobre tabla de caoba de mayores dimensiones, 106 cm de alto x 90 cm de ancho x 13 cm de grosor; de estilo barroco.
Se encuentra en la colección Wallace, en la gran galería de la casa Hertford de Londres en el Reino Unido.
Contenido
Historia
Murillo pintó esta obra en 1660, aunque otros estudios sitúan su ejecución en 1670[1].
Estuvo en el convento del Carmen de Sevilla, Casa Grande de los Carmelitas Calzados, procedente de otro edificio religioso desamortizado en el siglo de las luces[2].
Pero eso no le libró del espíritu ilustrado, entre anticlerical y codicioso, que consistió en una mera rapiña del Estado de los bienes de las órdenes monásticas, haciéndole acabar en manos particulares.
El rey Carlos III de España asesorado por su pintor de cámara, Antón Rafael Mengs, adquirió varios Murillos, entre ellos en la testamentaria del marqués de los Llanos este cuadro, que aparecía registrado en 1772 en la colección real.
Mengs, en una carta dirigida al monarca en 1775, en la que le manifestaba su deseo de sistematizar la pinacoteca real, hacía una relación de las obras que la componían y la ubicación de estas en palacio, por ello se tiene noticia de que en el cuarto de vestir del rey se encontraban la «Anunciación», el «Nacimiento» y «Santiago apóstol» junto con los «Desposorios de Nuestra Señora» de Murillo[3].
Durante la Guerra de Independencia los Reales Sitios también sufrieron el expolio por parte de los invasores galos, y aunque algunas secciones del convoy con el botín tuvieron que abandonarlas las tropas francesas en su retirada, serían incautadas en parte por el ejército británico que le hostigaba en su huida. «Los Desposorios de la Virgen» figura entre las obras que fueron robadas de la pinacoteca real, que en 1809 José Napoleón Bonaparte le regalaba al mariscal Claude Victor Perrin (1764-1841)[4].
En 1848 Richard Seymour-Conway (1800-1870), IV marqués de Hertford, compró en París esta obra por 25.000 francos en la venta de Laneuville[1]. Le legó su pinacoteca a su hijo, Richard Wallace (1818-1890), que tambén era coleccionista de arte como su padre, quien amplió ésta y formó una espléndida colección de pinturas, ocho de ellas de la mano del propio Murillo y varias más de sus discípulos Francisco Meneses Osorio y Juan Simón Gutiérrez[5]. La colección sería donada por su viuda al Estado británico en 1897, y se abrió al público en 1900; entre las obras se encontraba «Los Desposorios de la Virgen», ubicándose en la gran galería de la casa Hertford[6][1].
Obra
La caoba, el material del panel sobre el que se pinta la obra, es una madera muy dura; procedente de América, era muy apreciada en el siglo XVII en Europa, considerándose una madera noble[1].
En el cuadro se representa la escena de los esponsales en el templo de Jerusalén entre la Virgen María, una muchacha con catorce años, a la izquierda y vestida con una saya blanca y un manto azul, y San José, a la derecha y con una vara florecida, los cuales se dan la mano derecha, haciendo de sacerdote Abiatar, que se sitúa entre ambos y que los bendice; rodeados de los hombres a la derecha y las mujeres a la izquierda, sobrevolando sobre ellos el Espíritu Santo en forma de paloma.
Entre los varones, el del extremo derecho rompe su vara como muestra de enfado, pues no había sido elegida su vara por Dios, que seleccionaría al candidato de la casa de David que debía desposarse con María.
Este tema religioso se ceñirá a los evangelios apócrifos y es tratado desde el siglo XIV en Italia por los grandes maestros del medievo, siguiendo este modelo en la representación, como sucede por ejemplo en los frescos de la capilla Scrovegni en Padua que pinta Giotto hacia 1305, o los de Fra Angélico hacia 1432. Lo único que se modificará en el tiempo respecto a este esquema básico es la vestimenta, que se adecúa a la moda del momento histórico en que se haga la pintura, y que Murillo mostrará con barroquismo en sus ricos tejidos.
Sí difiere de las representaciones medievales en la edad de San José, que si en ellas se muestra a un hombre de bastante edad, en las de la edad moderna se hace con uno de unos treinta años, pues como expone Francisco Pacheco no se entendería alguien que no pudiese mantener a la familia con su trabajo, siendo así más propio del planteamiento de la contrarreforma[7].
Esta pintura destaca por su brillante gama de colores, que incluye combinaciones de colores cálidos y fríos; está considerada como una de las obras maestras de Murillo[1].
Referencias
- ↑ 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 The Marriage of the Virgin. The Collection. The Wallace Collection.
- ↑ Convento del Carmen. Murillo y Sevilla. Ayuntamiento de Sevilla.
- ↑ Viage de España, Antonio Ponz. 3ª reimpresión, Ed. Viuda de Ibarra, Madrid, 1793. Vol. VI, págs 197-200.
- ↑ Anexo:Pinturas perdidas de la Colección Real española. Wikipedia en español.
- ↑ Murillo en la Wallace Collectio. La Hornacina, 7 de febrero de 2013.
- ↑ Spanish Art in Britain and Ireland, 1750-1920, Nigel Glendinning y Hilary Macartney (ed.). Ed. Támesis Woodbridge, Londres, 2010: pág. 46.
- ↑ El Arte de la Pintura, Francisco Pacheco. Cátedra, Madrid, 1990. Libro 3º, cap. XII: pág. 590.
Bibliografía
- Capítulo 10 - Primera Parte - La Virgen. Arte Historia, 8 de marzo de 2007.
- De Sevilla al Museo: difusión y dispersión de la pintura de Bartolomé Esteban Murillo, María Dolores Antigüedad del Castillo-Olivares. En: Cartografía murillesca. Año de Murillo MMXVII. Los pasos contados, Lidia Beltrán Martínez y Fernando Quiles García (ed.). Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, 2017: pág. 222-249.
Mapa de situación
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