Hermandad de Nuestra Señora de Valme (Dos Hermanas)
Pontificia, Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora de Valme Coronada y San Fernando de Dos Hermanas, conocida popularmante como Hermandad de Nuestra Señora de Valme.
Historia
El primer dato documentado sobre esta hermandad data de 1628: un "Libro de los hermanos que se van admitiendo en la cofradía y hermandad de Nuestra Señora del Valme, que está en la Capilla del Campo de Quartos".
Sus registros se inician el 6 de agosto de dicho año con el ingreso de veinticinco hermanos, entre ellos algunos personajes importantes de la localidad como el alcalde y varios clérigos, lo que hace pensar en la posibilidad de que esa fecha sea además la de su fundación. El hecho de que solo a partir de ese año exista documentación correlativa que permita reconstruir la historia de la hermandad a lo largo del siglo XVII avala esta hipótesis.
Del siglo XVIII hay también documentación, aunque más escasa y fragmentada. La hermandad tuvo una etapa de actividad al menos hasta 1725, año en el que hubo un pleito entre la cofradía y el prior de las ermitas del Arzobispado por el nombramiento del santero de la ermita.
La centuria siguiente marca un hito en la historia de la hermandad, que se inicia con el traslado de la Virgen a la parroquia de Dos Hermanas con motivo de una epidemia de fiebre amarilla. La estancia de la imagen en la villa desde el año 1800 fue motivo de un total abandono de la ermita y su consiguiente ruina, circunstancia que, unida al momento de declive por el que pasaba hermandad, provocó un contencioso entre el Hospital de la Resurrección de Utrera, propietario del Cortijo de Cuartos, y la Hermandad de Valme, por la propiedad de los terrenos adyacentes a la ermita. El pleito lo inició el ermitaño de Cuartos y el secretario de la Hermandad quien, en 1816, se dirigió al rey Fernando VII para acabar con la supuesta "usurpación" de las tierras por el Hospital de Utrera en perjuicio de la la hermandad de la Virgen de Valme. El juicio siguió hasta 1818 sin poder probarse el derecho de la hermandad a disponer de los terrenos junto a la ermita.
Desde 1820 la hermandad entró en decadencia y quedó casi extinguida hasta que, en 1833 y a causa de la epidemia de cólera que asoló Dos Hermanas, la Virgen salió en procesión de rogativas, intentándose entonces sin éxito su reorganización.
En este contexto apareció Cecilia Böhl de Faber, "Fernán Caballero", quien cambiaría la historia de la Virgen de Valme, como autora de la novela costumbrista La familia Alvareda donde hace referencia a la ruina del santuario de Valme y al pendón supuestamente donado por el rey Fernando a la Virgen, lo cual llamó la atención de los duques de Montpensier, que promovieron la restauración del Pendón en 1857 y la reedificación de la ermita en 1859. A consecuencia de ello se intentó reorganizar de nuevo la Hermandad, para lo cual se presentaron en el Arzobispado ese mismo año dos proyectos de Reglas refrendados por personas distintas y avalados por el mismo cura, con la idea de fundar -en el primer caso-, y de reorganizar -en el segundo-, la Hermandad de Valme, aunque finalmente no se aprobó ninguno de ellos.
Entre 1866 y 1870 se plantearon numerosos problemas que incluían al arzobispado, el ayuntamiento de Dos Hermanas y al capellán de la ermita, y que tenían como origen la posesión de la imagen, en su ermita desde el 9 de octubre de 1859, y que los vecinos de Dos Hermanas querían volver a tener en la parroquia.
Esta accidentada etapa acabó finalmente con la refundación de la Hermandad en mayo de 1870 por un grupo de jóvenes ajenos a los problemas anteriores y con deseos de borrar el azaroso pasado de la corporación. Tal reorganización apareció como la fundación de una nueva Hermandad, como se aprecia sus Reglas aprobadas el 13 de junio de 1888 donde se habla de los "fundadores de ésta Hermandad...", aunque éstos solo fueran realmente los refundadores de una histórica Corporación documentada desde 1628.
Bibliografía
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