Bodegas de Lebrija
Bodegas de Lebrija.
Lebrija ha sido depositaria a lo largo de su historia de un sin fin de pequeños establecimientos bodegueros familiares, donde se pisaba la uva, se elaboraba el mosto y se «encerraba» el vino. De manera que en multitud de hogares se producía un pequeño abastecimiento para el consumo propio e incluso para la venta a granel al por menor.
Igualmente existen varios establecimientos en Lebrija donde se almacena y se comercializa el vino, en parte de producción propia, y que cuentan con mucha solera en la ciudad: Bodegas González Palacios, el establecimiento Andrés Ahumada «el Chocazo», cuyo continente es un edificio de arquitectura barroca industrial del siglo XVIII, y que cuenta con producción propia de vinos. El ambiente de esta bodeguita es muy bohemio y lleno de romanticismo, y en él se puede disfrutar del cante flamenco aficionado que regalan sus clientes. Es un lugar lleno de tipismo y que se constituye en claro exponente de la etnografía lebrijana.
Se encuentran en Lebrija otros establecimientos señeros a la hora de comercializar con el vino, y además recomendables de visitar, así se habla de «El Sótano», el establecimiento de «Curro Cuesta» que produce vinos etiquetados con su apellido «Martínez» y la casa-palacio del marqués de San Gil.
Al concluir se debe hacer mención al conjunto de «tascas de mosto» que hay diseminadas por Lebrija, sitios con mucho encanto, propicios para degustar una copa de mosto de la temporada con buenas y típicas tapas de esta zona.
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