Moleeras (Marchena)

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Cerámica homenaje a las "moleeras", saetas que se cantan en Semana Santa a la Virgen de la Soledad de madrugada, de regreso a su templo.

Las moleeras de Marchena constituyen una de las singularidades más representativas de su Semana Santa.

Se trata de una larga serie de saetas muy peculiares de esta localidad (con modalidades como las "carceleras" o las "cernicaleras") que, mezclados con versos, se cantan a la Virgen de la Soledad, ya de madrugada, cuando vuelve de regreso a su templo de Santa María de la Mota.

Se produce en las proximidades de la denominada puerta del Tiro, la antigua y única entrada al viejo alcázar convertido tras la reconquista en palacio y residencia de los duques de Arcos.

En esta zona, de madrugada, se concentraban los fieles el Sábado Santo para "despedir" a su Virgen de la Soledad en su procesionar de cada año, pues esta venerada imagen se guardaba en la iglesia de Santa María, fundación ducal y por tanto lugar inaccesible para el conjunto de los fieles de la villa.

Esta costumbre, según cuenta la tradición, va tomando cuerpo a lo largo del tiempo, y ante la puerta del Tiro se iba agrupando el pueblo que, con sus saetas y con sus salves, hacía más y más lento el caminar de la Virgen, consiguiendo así retrasar su entrada en el recinto del palacio.

Dice la tradición que por ese motivo el duque se quejaba de estar "molido" por tan larga espera; y de ahí surgió el nombre popular de las "moleeras" que desde entonces reciben estas saetas.

Para rememorar esta tradición, el Ayuntamiento de Marchena ha colocado en este lugar una gran cerámica donde se alaba y homenajean estas singulares moleeras.

Bibliografía

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