Iglesia de Nuestra Señora del Socorro (Badolatosa)

Entrada de la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro de Badolatosa.

La Iglesia de Nuestra Señora del Socorro de Badolatosa se encuentra en la calle Lenin de esta localidad.

Historia

Es el exponente más importante de la arquitectura religiosa. Es del siglo XVII, aunque con añadidos posteriores. Posee imágenes y pinturas de dicho siglo.

La iglesia de nuestra Señora del Socorro, patrona del pueblo, no podemos afirmar con seguridad su año de construcción. El dato más preciso del que tenemos conocimiento, se encuentra en el archivo de la parroquia en el apartado de defunciones y que en el libro primero tiene anotado como el primer servicio religioso para un difunto, el día 25 de mayo de 1683.

Iglesia

Puerta de la iglesia.

La Iglesia está compuesta por tres naves separada por pilares y en el altar mayor existe en retablo barroco procedente de la iglesia de la Victoria de Estepa, en el que se sitúa la patrona del pueblo Nuestra Señora del Socorro, obra del escultor Buiza.

Señalar que en la iglesia se encuentra un lienzo en miniatura que reproduce la "Santa Sindone" del que existen muy raras copias, le fue enviado como regalo al padre Blas de Benjumea, natural de Badolatosa, por el religioso franciscano Andrés de la Barrera desde Roma durante el pontificado de su Santidad Clemente X, en el año de 1674.

Conversión en parroquia

A principios del siglo XVII, Badolatosa era una pequeña cortijada, que debido al crecimiento de población ocurrido durante la reconquista, así como el elevado crecimiento demográfico poblacional producido en los lugares y cortijos del marquesado, incluido nuestro pueblo, ocasionaba diferentes molestias e inconvenientes a los vecinos a la hora de realizar algún servicio religioso por la inexistencia de su propia Pila Bautismal, pues debían de desplazarse hasta la iglesia de Santa María la Mayor de Estepa, cabeza de partido y del marquesado.

Los feligreses de aquella época, presionaron al Vicario para que construyera una parroquia, ya que para realizar cualquier servicio, como podía ser el bautismo, matrimonio o defunción, tenían que desplazarse a la iglesia de Estepa.

Los demás servicios como la santa Misa eran oficiados por diferentes clérigos que se trasladaban desde Estepa, no dejando de esta forma desatendidos a los vecinos del cortijo pudiendo recibir de vez en cuando el Santo Sacramento. Pero era obvio la inexistencia de un Campo Santo, por lo que los féretros de los vecinos fallecidos eran trasladados hasta Estepa para recibir su sepultura.

Debido a lo expuesto, los vecinos del cortijo del Vado Latoca presionaron de una u otra manera al Vicario para la erección de la parroquia, erección que llegaría en la primera mitad del siglo XVII, concluyendo en un futuro con la construcción del edificio parroquial. El visto bueno para ello se dio el domingo 26 de febrero de 1623 por don Alonso de Benjumea, vicario general de Estepa. Visitó la cortijada dando su visto bueno al estar "todo decente" para recibir la administración de los Sacramentos, colocando por vez primera el Santísimo Sacramento.

El acto de " Nuestra Señora" a cuya fiesta y procesión asistieron entre otros, Juan Gallego Alvares, por diácono, Juan de Diego, por subdiácono; el Guardian de San Francisco, el padre fray Bernardino Corverá; la Puente de don Gonzalo..., acompañado por la coral de franciscanos del convento de Nuestra Señora de Gracia de Estepa. Entre las autoridades civiles, destacaban el marqués del Aula don Adán Centurión y Cordova hermano del marqués, el gobernador y el alcalde ordinario del estado de Estepa don Gonçalo Fernandez de la Cuevas y Jerónimo Suárez de Figueroa respectivamente, encontrándose presentes las autoridades del cortijo del Vado Latoça, siendo estos el licenciado don Juan Trigueros y Mérida cura beneficiado del lugar, Juan Martín Fernández, alcalde; Francisco Garcia Ordaz, aguacil mayor; Pedro Fernández Corpas, regidor; y vecinos del citado cortijo.

Una vez acabada la Santa Misa, el vicario don Alonso de Benjumea, administró el sacramento del bautismo y bautizó a una niña, celebrando posteriormente una procesión por el cortijo del Vado Latoça que una vez acabada y llegando a la puerta de la iglesia el vicario mostró al pueblo el Santísimo Sacramento, una vez en el Altar Mayor lo depositó en el relicario de plata que había en el Sagrario, entregándolo en ese momento al cura del cortijo, recibiendo al mismo tiempo la llave del Sagrado donde se veneraba desde ese momento el Santísimo Sacramento.

De todo este acontecimiento levantó acta y dio fe el notario apostólico de la audiencia eclesiástica de la villa de Estepa y su vicarías, don Juan de Rivera.

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