Domingo Martínez
Domingo Martínez (n. Sevilla, 1688 - † Sevilla, 1749), pintor.
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Biografía
Nacido en Sevilla, su formación artística la desarrolló con un pintor poco conocido, Juan Antonio Osorio, y posiblemente también con Lucas Valdés.
Su trayectoria como pintor la desarrolló en su ciudad natal, Sevilla, donde falleció a la edad de 61 años.
Entre los años 1729 y 1732 entabló amistad con el pintor francés Jean Ranc, lo que pudo influir en la evolución de su estilo, próximo al barroco dieciochesco más común en Europa.
Considerado como la figura más destacada de la pintura sevillana de la primera mitad del siglo XVIII, además de su amplio trabajo como pintor, Martínez fue maestro de otros artistas de la generación sevillana siguiente, tales como Juan de Espinal, Pedro Tortolero o Andrés Rubira.
Obra
Desde sus comienzos como pintor, Martínez realizó algunos importantes trabajos pictóricos de conjunto como los creados en 1718 para la capilla Sacramental de la San Lorenzo, las pinturas del Colegio de San Telmo de Sevilla de hacia 1724, o la decoración al temple en 1727 de la bóveda del presbiterio de la iglesia del antiguo convento de la Merced de Sevilla, hoy Museo de Bellas Artes.
Hacia el año 1730 su obra sobre lienzo toma una gran relevancia siguiendo la estela que supuso la estancia de la Corte en Sevilla; ahora su pintura adquirió mayores matices expresivos y mejor técnica cromática.
En esta época trabajó para diferentes conventos hispalenses como el de Santa Paula o el del Buen Suceso. Además, decoró la capilla de la Antigua de la catedral y trabajó para distintas parroquias de la diócesis sevillana, destacando en este último apartado la obra realizada en el año 1635 para la parroquia de Umbrete.
Fue también Martínez un buen retratista, como lo demostró al pintar el rostro del arzobispo Luis de Salcedo y Azcona, del que se conservan dos versiones, siendo la mejor la existente en el Palacio Arzobispal de Sevilla.
Uno de los trabajos más conocidos de Domingo Martínez lo constituye el conjunto de hasta ocho grandes lienzos donde se representan los carros alegóricos que desfilaron por la capital hispalense en el año 1747 con motivo de la exaltación al trono de España del rey Fernando VI y de Bárbara de Braganza, una obra en la que se cree que intervinieron sus ayudantes Andrés Rubira y Francisco Miguel Jiménez.
La síntesis de tan amplia carrera artística de este importante pintor sevillano puede darse por finalizada mencionando los trabajos que llevó a cabo para la iglesia de San Luis de los Franceses, obra en cuya ejecución le sorprendió la muerte en el año 1749.
Bibliografía
Enlaces externos
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