Ermita de Castilleja de Talhara (ruinas)
Junto a la carretera de Benacazón a Aznalcázar, se encuentran las ruinas de la antigua ermita de Castilleja de Talhara. Edificio de ponderadas líneas y muy bellas proporciones, de estilo mudéjar.
Una de las iglesias mudéjares de mayor interés en el Aljarafe es la del despoblado de Castilleja de Talhara. Su lamentable y a la vez romántico estado ruinoso, permiten advertir detalles constructivos que, de estar en uso, serían inapreciables.
Historia
Son éstos precisamente los que llevan a plantear algunas cuestiones en torno a su proceso histórico; proceso, por otra parte, relacionable con las noticias que sobre el lugar aporta la documentación coetánea. Gracias a esta se sabe que, por merced real, Alfonso Fernández de Fuentes se instituyó como señorío en 1371, no siendo su único titular, pues otros nobles poseían bienes en "Castilleja".
Esta situación se mantuvo durante casi un siglo, ya que no será hasta 1477 cuando Francisco Ortiz y Leonor Fernández de Fuentes, por medio de una compra, obtengan la totalidad de Castilleja de Talhara, fundando entonces un mayorazgo.
Estos dos momentos históricos, claves en la vida del señorío, tienen su reflejo en la iglesia que daba servicio religioso a los habitantes del lugar, habitantes cuyo número no es fácil de precisar, pero que en los momentos de mayor densidad, durante el siglo XV, se fija en torno a los cincuenta vecinos, es decir, unas 150 personas.
Ermita
El edificio presenta una planta rectangular, dividida en tres naves por medio de pilastras cruciformes.
La capilla mayor, de planta cuadrada, se cubría con bóveda de paños sobre trompas.
La portada principal muestra un amplio arco apuntado de arcos concéntricos (abocinado), que aparece rematado en su trasdós por un arco lobulado inscrito en un alfiz. Las ventanas, de arcos de herradura, están ornamentadas con pequeños trozos de azulejos.
Bibliografía
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