Crestería
El Diccionario de la Real Academia Española define la crestería con varias acepciones, correspondiendo a la que nos ocupa la de: «Adorno de labores caladas muy utilizado en el estilo ojival, que se colocaba en los caballetes y otras partes altas de los edificios».
Generalidades
Por extensión, por crestería también puede entenderse cualquier otro tipo de murete o antepecho realizado en piedra tallada que se coloca a modo de protección en los frentes de terrazas o azoteas.
Este tipo de elemento, muy frecuente en el gótico, también se siguió realizando en épocas posteriores, como son el renacimiento e incluso en el barroco y más tarde en la arquitectura modernista.
El tipo de crestería evoluciona luego hacia una solución decididamente más simple y neutra, como son los apretilados contemporáneos, muy devaluados estéticamente y apenas sin componente artística.
Cresterías en la geografía hispalense
Actualmente quedan algunos buenos ejemplos de crestería, especialmente en la ciudad de Sevilla, y en concreto en la Catedral, con algunos de los tipos antes citados. Muy antigua es la crestería gótica existente en la fachada de la Casa de Pilatos, procedente del antiguo Palacio de los Ribera, de Bornos, de donde fue parcialmente desmontado por sus antiguos propietarios, los duques de Medinaceli, para ésta, su nueva mansión.
En el resto de la provincia de Sevilla no se conservan muchos ejemplos de cresterías, si bien hay que destacar alguna, como la existente sobre la Iglesia de San Miguel de Morón de la Frontera.
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