Casa de las Sirenas

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la Casa de las Sirenas de Sevilla, vista desde la Alameda.

Historia

El actual paseo de la Alameda de Hércules de Sevilla resulta como consecuencia de las obras de urbanización que la ciudad realiza en este lugar, hasta entonces un pantanal insalubre, durante el siglo XVI, en plena eclosión renacentista, de la mano del asistente don Francisco Zapata de Cisneros, primer conde de Barajas.

Varios siglos después, el arquitecto Balbino Marrón presentaría en 1857 un proyecto de alineación y ordenación de los límites de este paseo, que no llegaría a ejecutarse, pero que dio lugar a la realización de algunas obras en los terrenos resultantes, como la realizada en esta parcela por don Lázaro Fernández de Angulo, marqués de Esquivel.

Vista del amplio patio central, con balaustrada y lámparas de época.

En efecto, aquí decide levantar su palacete residencial del siglo XIX de estilo francés, situado hacia el centro de la Alameda. Se llamaba en su origen "Recreo de la Alameda", pero popularmente es conocido como "Casa de las Sirenas" por las grandes figuras de estos seres mitológicos que adornaban las rampas de acceso a la portada principal y otras menores en la cima de las jambas de esta portada.

Comienza su construcción en el año 1861, se culmina en 1864, y a los seis años el marqués de Esquivel vendió la casa. Desde entonces ha pasado por diversos dueños, hasta quedar abandonada desde la década de 1980. El estado de abandono llegó hasta la auténtica ruina, desplomándose los tejados e incluso parte de la fachada sur. Se robaron las rejas de la portada principal y las famosas sirenas.

En 1992 la adquiere el Ayuntamiento de Sevilla, emprendiendo su reconstrucción.

Actualmente es sede del Centro Cívico Casa de las Sirenas del Distrito "Casco Antiguo", con abundantes actividades culturales: conferencias, conciertos, exposiciones, etc.

Edificio

Se trata de un inmueble que combina su distribución a partir de una planta sencilla y la clara y simétrica disposición de sus dependencias, con la organización de corte clasicista de sus fachadas y la serena decoración influenciada por la tradición francesa.

Con tres plantas de altura y situada en una parcela exenta por sus cuatro lados y rodeada de una alta valla en color rosado, la casa es claramente identificable desde el exterior, especialmente por las ventanas abuhardilladas de su piso superior, y su característica cubierta de color gris-azulada.

Interiormente la casa cuenta con elementos constructivos y decorativos de gran interés; entre ellos, la gran montera acristalada con que se cubre el patio central, la escalera de mármol blanco de acceso a las plantas superiores, las esculturas con formas humanas que soportan las lámparas del centro y esquinas superiores del patio, y las ventanas abuhardilladas del ático, desde donde pueden verse interesantes vistas de esta zona de la ciudad.

Mapa de situación

Referencias externas

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