Estandarte
El estandarte es una antigua insignia que poseen todas las cofradías, quizás la primera de ellas en ser institucionalizada, y la que suele presidir en cada uno de los actos de interés que celebran.
En los primeros tiempos era frecuente que las Hermandades contaran con un estandarte para sus procesiones de Semana Santa y otro distinto para las de Gloria, siendo para el primer caso en general de color negro o morado, aunque podían verse ligeras variantes.
Durante el siglo XVI el estandarte no tenía forma de bandera, ni tampoco se presentaba recogido mediante un cordón como aparece en la actualidad, ya que era una insignia de tipo medieval: un amplio paño colgando de un travesaño situado en la parte superior de un asta.
De ese tipo antiguo, de corte rectangular vertical y colgante de una barra superior horizontal, son los estandartes clásicos, que todavía subsisten en muchas cofradías, especialmente en las Sacramentales.
Hoy los estandartes suelen ser de terciopelo, presentarse recogidos mediante un cordón y muestran en su centro bordado el escudo de la corporación, a veces con extensión de los dibujos ornamentales por toda su superficie frontal. Sigue predominando el color morado, aunque hay excepciones.
Desde comienzos del siglo XIX, cuando se hace habitual el comienzo del cortejo con la Cruz de guía, el moderno estandarte ocupa su lugar de honor actual, como última insignia del cortejo, cerca de la presidencia.
Cuando el estandarte tradicional de corte rectangular y vertical lleva en su centro una representación mariana, como alusión al dogma de la Inmaculada Concepción, toma el nombre de "estandarte de la Virgen" o simpecado.
Bibliografía
- La procesión: nazarenos, insignias y penitentes. Julio Martínez Velasco, en: Sevilla penitente, Volumen III. Editorial Gever, S.A. Sevilla, 1995.
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