Canes
El Diccionario de la Real Academia Española define el can como "la cabeza de una viga del techo inferior, que carga en el muro y sobresale al exterior, sosteniendo la corona de la cornisa".
También asocia la palabra al término "modillón", al que define como "miembro voladizo sobre el que se asienta una cornisa o alero, o los extremos de un dintel".
Generalidades
Más acorde con esta definición, se entiende como canes los pequeños elementos salientes de un muro sobre los que apoyan el vuelo de una cornisa o alero.
Pueden ser de madera, ladrillo, piedra o metal, y suelen presentarse en hilera, separados a pequeñas distancias a lo largo de todo el elemento sustentado.
En interiores también pueden verse los canes, que suelen ser de madera en las composiciones mobiliarias tales como los retablos de iglesias.
Por su forma y posición puede confundirse con otro elemento similar, la ménsula, aunque éste término tiende a reservarse a elementos cuya altura es inferior a la longitud de su vuelo, y que en general trabajan de forma individual o aislada.
Canes en la geografía hispalense
Muy habituales en nuestra arquitectura antes de la aparición de las modernas cornisas de hormigón, los canes aparecen bajo los voladizos de las construcciones históricas y son fácilmente visibles en los edificios de cierta entidad.
A veces suelen presentarse finamente tallados, como en muchas de las portadas de las iglesias gótico-mudéjares de la provincia. En Sevilla pueden verse así en iglesias como la de San Esteban, la de San Marcos o la de San Andrés, por ejemplo, donde los canes aparecen con forma de cabeza de león.
También es fácil verlos en la arquitectura militar, en este caso más rudos y robustos y de mayores proporciones, como es el caso de los que aparecen en la puerta de entrada del antiguo Alcázar del rey Don Pedro de Carmona.
