Bambalina
En el argot cofrade se conoce como bambalina a cada uno de los cuatro tramos o elementos verticales que rodean y cuelgan del techo del palio.
Generalidades
Por su forma, las bambalinas suelen clasificarse en dos grandes grupos. Así, pueden ser "de figura", denominadas así cuando se rematan por arriba y por abajo con formas y perfiles curvos, más alargados en el centro entre cada dos varales, lo que le proporciona un mayor juego y vistosidad en el movimiento; o "de cajón" cuando están acabadas en forma rectilínea, como ocurre en los palios que se consideran de una mayor austeridad.
Generalmente estas caídas suelen ser de tela o paño, realizadas en terciopelo a tono con el techo del mismo palio, y decorada con abundante bordado tanto por el exterior como interiormente. Pero también existen bambalinas realizadas en metal, normalmente plateado, asimismo trabajado con abundante decoración.
Entre la decoración de las bambalinas suele destacar el elemento central de los tramos frontal y posterior, donde generalmente suele figurar alguna imagen, escudo o insignia corporativa de la hermandad.
Historia
Las bambalinas más antiguas que procesionan actualmente por las calles de Sevilla son las del paso de palio de «Nuestra Señora del Valle», obra anónima del siglo XVII que en el año 1805 fue adquirida por la Cofradía de la Coronación a la ya extinguida Cofradía de Nuestra Señora de la Antigua y Siete Dolores de Sevilla, a la cual pertenecía.
Se trata de una obra de gran valor bordada en hojillas de plata, que reproduce motivos florales junto a otras formas de distinto dibujo, creando un delicado trabajo de nítidos perfiles y esmerado diseño que recuerda a las antiguas labores de orfebrería local de la segunda mitad del seiscientos[1].
Referencias
- ↑ Esplendor y simbolismo en los bordados, Antonio Mañes Manaute. Sevilla penitente, volumen III. Editorial Gever, Sevilla, 1995.
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