Cúpula
Se denomina cúpula al elemento arquitectónico con el que se cubre un espacio, y que surge del movimiento rotatorio de un arco a partir de su eje vertical. Cuando el arco es de medio punto -caso más habitual-, la cúpula se denomina de “media naranja”; y entonces se usa para cubrir espacios de planta cuadrada.
Contenido
Usada desde tiempos de la arquitectura clásica, sus variedades son múltiples, ya que combina distintos materiales, sistemas de apoyo y decorativos, y auxiliares para la iluminación natural, determinados en cada caso por el momento histórico y cultural en que se realiza.
Dado el rico patrimonio histórico y artístico de la provincia de Sevilla existen innumerables casos de notables cúpulas en toda su geografía, abarcando prácticamente todos los gustos arquitectónicos y decorativos, desde los más sencillos hasta los más elaborados.
Elementos de apoyo y de iluminación
Sobre trompas
En arquitectura se conoce como trompas a las pequeñas bóvedas voladizas que asoman fuera del paramento de un muro. Estos pequeños elementos, usado en esquina, se usan para pasar de una base cuadrada a otra octogonal desde donde se inicia el arranque de la cúpula. Un buen ejemplo de este sistema aparece en la cúpula del "Salón de Embajadores" del Palacio mudejar de Pedro I, en los Reales Alcázares de Sevilla, obra realizada en el año 1427 con lacería tallada en madera de cedro dorada, de clara ascendencia islámica.
Sobre pechinas
Las pechinas son cada una de los cuatro amplios tramos triangulares curvos que, partiendo de los planos superiores de los pilares o columnas, resuelven la transición del cuadrado al círculo que sirve de base para la construcción de una cúpula. Su técnica es muy antigua, usada ya en el período bizantino y afianzado en el románico; su uso ha sido generalizado a lo largo del tiempo, y en especial en los centros de los cruceros de los templos para resolver el encuentro entre los distintos tramos de bóvedas que aquí confluyen.
Ejemplos hay muchos, como el de la cúpula de la Iglesia del Salvador de Sevilla, una "cúpula gallonada" (marcando los gajos de la media naranja) que incluye ventanales en cada uno de los sectores divididos.
Con linterna
Se denomina linterna al cilindro de pequeña base y mayor altura que, colocado sobre la clave abierta de la cúpula, se usa para abrir ventanas en él favoreciendo la entrada de luz al interior. Estas linternas se ven a menudo en casi todas las iglesias de la ciudad, especialmente en las capillas que se fueron abriendo o reformando durante el Barroco para las distintas hermandades que se iban instalando en ellas.
También se levantaron linternas de mayor entidad en la mayoría de las cúpulas centrales de los cruceros de los grandes templos ya creados o reformados; en muchos de los casos resueltas con una gran capacidad creativa y abundante decoración barroca a base de aplicaciones y remates de cerámica vidriada, como es el caso de la que presenta la Iglesia de la Anunciación de Sevilla.
Sobre tambor
El tambor es un cuerpo geométrico con forma de cilindro, de base ancha y corta altura (semejante a un tambor-instrumento de percusión), que se levanta antes de la cúpula para darle a ésta mayor realce y altura. Frecuentemente también se aprovecha para situar en él ventanas verticales que aporten mayor iluminación natural al interior del recinto.
A veces el tambor presenta forma octogonal, como puede verse en el que caso de la cúpula de la "Capilla de Afuera" del antiguo Monasterio de la Cartuja.
Un ejemplo muy excepcional de tambor bajo la cúpula se puede ver en la Iglesia de San Luis de los Franceses de Sevilla, donde en sus superficies verticales se abren grandes ventanales exteriormente, mientras que por el interior se continúa con la exhuberante decoración del conjunto.
Decoración interior
La cúpula es usada frecuentemente como elemento donde la decoración ocupa un lugar muy destacado, como puede verse en el caso de la del Salón de Embajadores de los Reales Alcázares.
Casetones
Uno de los casos más clásicos es el de "decoración a base de casetones", porciones cuadradas que van disminuyendo de tamaño según se colocan unas tandas sobre otras, siguiendo una disposición clasicista muy propia del Renacimiento y posteriormente del Neoclasicismo.
En la ciudad de Sevilla existen varios casos muy importantes de este tipo de decoración, entre las que destacan el de la propia Capilla Real de la Catedral, el de la Iglesia de la Anunciación, o el de la enorme cúpula de la Basílica del Gran Poder.
Yeserías barrocas
Más frecuente aún es la decoración de "yeserías barrocas" sobre su superficie interior, a veces de gran densidad e imaginación. Estos casos se encuentran en una gran cantidad de capillas menores de nuestras iglesias, que en general fueron creadas o reformadas durante los siglos XVII y XVIII, y de las que quedan notables ejemplos, como el de la Capilla del Sagrario de la Iglesia de San Esteban de Sevilla, repleta de yeserías policromadas y realizada en 1676.
Decoración pictórica
Menos habitual, pero no por ello menos efectista resulta la "decoración pictórica" en las cúpulas, realizada generalmente con pinturas al fresco sobre su superficie interior, mediante la que se presentan escenas de carácter religioso o imágenes sagradas o de santos.
Uno de los casos más importantes y que mejor se guardan en la ciudad es el que aparece en la Iglesia del antiguo Convento de la Merced, reformado por Juan de Oviedo en el siglo XVII y hoy convertido en una de las salas del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sobre la cúpula de esta iglesia aparece una rica y compleja decoración pictórica que cubre toda su superficie interior, previamente dividida en tramos verticales.
