Arquivolta
Se denomina arquivolta a cada una de las roscas o molduras que forman una serie consecutiva de arcos concéntricos que decoran las portadas medievales en su paramento exterior, recorriendo su curva en toda su extensión.
Suelen arrancar de pequeños capiteles unidos entre sí, generalmente decorados con relieves y tallados sobre delgados pilares igualmente adosados a ambos lados de la puerta de entrada. Como elemento arquitectónico y compositivo fue muy comúnmente utilizado en las construcciones del románico y del gótico.
Es muy habitual que estén adornadas con motivos de relieves, que llegan a ser de gran entidad en casos muy excepcionales como sucede en las grandes catedrales donde presentan hileras de imágenes completas de apóstoles y santos cubriendo todos sus arcos y en todo su recorrido. Más frecuentes es que aparezcan con menudas decoraciones de tipo geométrico con forma de dientes de sierra o de punta de diamante, -generalmente sólo en los primeros y el último de los arcos-, quedando lisos los centrales.
Generalmente las arquivoltas, como todo el conjunto de la portada suele ser de piedra tallada, aunque existen casos más modestos en los que se presentan realizados en ladrillo. En la ciudad de Sevilla se conservan muchos y buenos ejemplos de arquivoltas, ya que casi todas sus iglesias gótico-mudéjares conservan al menos una portada original con este tipo de arcos, y algunas de ellas incluso dos, como sucede con la iglesia de Omnium Sanctorum y con la de San Esteban.
En el resto de la provincia de Sevilla también existen bastantes ejemplos de arquivoltas en las portadas de algunas de las iglesias repartidas por las distintas poblaciones, entre las cuales se citan aquí sólo algunas como son la de San Juan Bautista de Marchena, la Iglesia de San Pedro de Sanlúcar la Mayor, la de Nuestra Señora del Águila de Alcalá de Guadaira, o la de San Bartolomé de Carmona, ésta última construida toda ella en ladrillo.
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