Santa Ángela de la Cruz
Ángela Guerrero González, sor Ángela de la Cruz, nació en Sevilla el 30 de enero de 1846.
De familia humilde, sus padres trabajaban de cocineros en el convento sevillano de los Padres Teatinos en una época difícil, pues debido a la mortandad infantil, de los catorce hijos que tuvieron sólo seis llegaron a la mayoría de edad.
Pronto quedó huérfana de padre y con doce años entró a trabajar en un taller de calzado como zapatera. Joven de grandes virtudes, reparte sus días entre el taller, las iglesias a donde acude a rezar y la visita a las casas de los pobres.
Cuando en 1865 una epidemia de cólera se cierne sobre Sevilla su motivación piadosa le hace multiplicarse para atender a los más necesitados; y en ese mismo año decide meterse a monja, cuando contaba diecinueve años de edad.
Intentó entrar en el convento sevillano de Carmelitas Descalzas de Santa Cruz sin conseguirlo, pues no fue admitida allí por su frágil constitución ante el temor de que no pudiera sopotar la dura vida conventual. Sí llegó a ingresar en las Hermanas de la Caridad y vestir su hábito, aunque pronto tuvo que dejarlo por enfermedad.
Tenaz en su empeño, decide ser "monja en el mundo", tomando los votos religiosos y haciéndose llamar en adelante Ángela de la Cruz, con la idea de hacerse "pobre con los pobres".
En 1873 formula votos perpetuos y se propone crear la "Compañía de la Cruz", comenzando a trabajar en su proyecto en 1875. Con tres compañeras más alquilan un cuarto con derecho a cocina en la calle San Luis desde donde, día y noche, prestan servicio de asistencia a los más necesitados. Algo más tarde pasan a la calle Hombre de piedra, donde su actividad empieza a ser reconocida. Aquí estrenan hábito, es llamada "Madre" por sus compañeras y en 1876 consiguen la bendición del cardenal Spínola.
A partir de entonces la Compañía crece y también el reconocimiento del pueblo sevillano y de otros puntos de Andalucía por donde se expande su acción humanitaria. Otras muchas jóvenes le siguen imitando su acción en un marco de austeridad que consigue la aprobación de Roma.
La muerte le sorprendió el día 2 de marzo de 1932. El ayuntamiento republicano de la ciudad celebró sesión extraordinaria para dar forma oficial a la figura de sor Ángela proponiendo el alcalde el cambio de nombre de la calle Alcázares por la de Sor Ángela de la Cruz.
Fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en Sevilla el 5 de noviembre de 1982, proclamándola santa el 4 de mayo de 2003. Por ello el Ayuntamiento sevillano rotuló de nuevo la calle que lleva su nombre cambiándolo por el de calle Santa Ángela de la Cruz.
Bibliografía
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