Cigarro
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"Nada es veneno, todo es veneno; todo depende de la dosis” Paracelso (1493-1541) "
Historia
Posteriormente a la introducción del tabaco, en una fecha algo imprecisa, dado que la tenemos registrada gracias a un cronista anónimo, en el año 1499 sin indicar día y mes. El tabaco y los productos de elaboración como el cigarro o cigarrillo, se cultivaban de forma artesanal en huertos y en conventos de Sevilla. Así fue más o menos de 1500 a 1559. La misma Iglesia que años atrás indico que “solo el diablo puede hacer que un hombre eche humo por la boca”, cultivaba, liaba y vendía tabaco. Existen documentos incluso que hablan del cultivo de tabaco en el Monasterio de la Cartuja, datados en el año 1503. No obstante la fecha oficial de introducción del Tabaco es en el año 1559. Coincide con la orden dada por Felipe II a Hernández de Boncalo para cultivarlo. La primera cosecha se sembró en una finca a las afueras de Toledo. El nombre de la finca era Los Cigarrales, por el gran numero de estos insectos que pululaban en verano en esta finca.
Etimología
Se desconoce con precisión si el nombre de la finca o la forma en la que se envolvían o se liaban las hojas secas de tabaco para fumarse dieron nombre o no al cigarro o cigarrillo.
La toponimia y la etimología de la palabra a nivel internacional es otro indicio más de su origen español y por ende sevillano. Para empezar el nombre del insecto es distinto en francés, ingles, italiano y alemán. Por ejemplo en inglés es cicada y en francés es cigale. Tiene parecido pero no es exacto, sin embargo el nombre en los 4 idiomas del cigarrillo es, cigarette. Lo que esta claro es que el origen del producto: “tubo o cilindro sin forme y alargado”, es español por el parecido con la palabra que designa al insecto de la cigarra en español. Pero tampoco es una prueba concluyente del origen.
La implantación comercial del tabaco en el siglo XVI se realizo en exclusiva por la Corona Española, así lo atestiguan las fuentes históricas. Dicha implantación contó con todo tipo de protecciones jurídicas, comerciales y militares por parte de la Corona Española. Los médicos de la Corte llegaron incluso a prescribir el habito de fumar tabaco para curar dolencias y enfermedades. Nicolás Monardes, médico sevillano vinculado a la Corte, así lo atestigua en un Tratado de Medicina de la Época. Felipe III, durante 1614, asesorado por miembros de su Corte ordeno que todo el tabaco que se trajese de las Américas, entrase por el puerto de Sevilla. Dotó además a la ciudad de Sevilla de la primera Fabrica de Tabacos, Fábrica Tabacos de San Pedro, por estar esta ubicada junto a la Iglesia de San Pedro, en el S.XV y XVI.
Se fija por tanto y se establece en la ciudad de Sevilla la explotación comercial del tabaco. Esta fabrica elaboraría y distribuiría durante mas de 2 siglos los productos del tabaco a nivel mundial en exclusiva. Nuevamente en la historia de esta fabrica nos encontramos con hechos que ponen de manifiesto el origen del tabaco y de los cigarrillos, cigarros, etc .. en Sevilla.
Leyendas y curiosidades
Según cuentan las leyendas, que diversos autores como José María de Mena, recogen y transcribe en sus libros: Los estibadores del puerto, en medio del trajín de la carga y descarga para la fabrica guardaban y escondían trozos de hojas de tabaco que caían al suelo de las carretas en la que era transportado hasta la fabrica y se las guardaban. Para luego envolverlos en papel fino y fumarlos. Otra de las leyendas también habla de algo parecido, pero en este caso eran, los mendigos y nos los porteadores o estibadores los que realizaban esos canutillos para fumar”.
Las propias leyendas de la ciudad, sacan de nuevo a relucir el posible origen sevillano del nombre y del habito. Aquello que enrollaban en papel para fumar, parece una cigarra, o cigarrón, cigarrilla, ..etc..
Esta comodidad de liarlo con el paso del tiempo, dará lugar a otro negocio en el que en este caso España, también sería referente de un suculento monopolio, el del papel de fumar. Pero esta industria se situaría en Catalunña y en la zona de Levante, donde se cultivaba arroz.
Llegado el siglo XVII se establecen importantes industrias papeleras sobre todo basadas en el arroz relacionada con el cigarro o cigarrillo en la zona de Levante. Relacionado con esto ultimo, aun tenemos mas datos, que confirman el origen español del cigarrillo. En Italia se conocía coloquialmente al cigarro o cigarrillo con el termino "spagnoletta" y en Francia hasta el siglo XIX se le llamaba al papel de fumar "papier espagnol".
España mantuvo el monopolio del tabaco hasta bien entrado el siglo XIX y a día de hoy también mantiene una cuota de producción amplia tanto de tabaco como de papel de arroz para liarlos. Una de las causas que desplaza a España del comercio del tabaco, ocurre durante la ocupación francesa por parte de Napoleón Bonaparte. La tropas napoleónicas, cuentan las crónicas de guerras francesas, que en las filas y trincheras españolas observaban por las noches, puntas incandescentes. Tras la vuelta a Francia de estas tropas, colaborarían significativamente a exportar al resto del mundo el habito del cigarrillo y un nuevo habito, el esnifado de tabaco. Los franceses también aportaran un cambio en el habito e introducirían un picado mas fino e intenso mezclandolo con nuevas plantas aromáticas, para poder esnifarlo. Es el llamado "rape". De esta manera no se genera humo. Posteriormente en países como Suecia, daría lugar al Snus, que es el mismo polvo, rape. Pero preparado para ser colocado sobre las encías y posteriormente en forma de goma de mascar o chicles.
El tabaco de mascar tiene un origen, distribución y explotación distinta a la historia del tabaco indicada en este articulo, el cual se origina exclusivamente en Norteamerica.
La otra causa que contribuiría significativamente a la perdida de mercado por parte de España es, la revolución industrial de finales del siglo XIX. España usaba una escasa mecanización, en la elaboración de cigarros. Básicamente era manual, lo cual permitía producir o envasar entre 1.000 y 1.200 unidades por jornada de trabajo. En Norteamérica, se organizo un concurso para inventores y así poder construir maquinas que envasaran mas cantidad y de forma automática. Este hecho supone el nacimiento de la potente industria tabaquera norteamericana. Con estas maquinas se podía producir y envasar por jornada 100.000 cigarrillos al día. Respecto a los formatos de envasado hasta principios del siglo XX se envasaban en cajas de 500 a 1000 cigarrillo, tras la primera década del siglo XX se envasaban en cajetillas pequeñas que cabían en el bolsillo, invitando o evitando, al uso de la pitillera, en función de la clase social del fumador.
Bibliografía
- Así nacen las cosas, Juli Capela Samper. Barcelona, 2010. ISBN 978-84-8156-483-9, Editorial Electa.
- De animales a dioses, Yuval Noah Haari. Barcelona, 2010. ISBN 978-88-4999-242-12, Editorial Debate.
