Palacio de Villapanés (Sevilla)
El palacio de Villapanés de Sevilla es un notable edificio residencial que se encuentra situado con su acceso principal por la calle Santiago, en pleno centro histórico de la ciudad.
Historia
Este antiguo palacio fue levantado en el año 1728 para el almirante Manuel López Pintado, un importante personaje que durante años dio su nombre a la actual plaza del Cristo de la Redención y que fue responsable de la construcción de algunas de las edificaciones que circundan dicha plaza. Luego el edificio pasó a ser propiedad de los marqueses de Villapanés y de Torreblanca del Aljarafe y de sus descendientes, quienes lo habitaron hasta principios del siglo XXI.
Por esas fechas el palacio fue vendido por sus propietarios, y todas sus dependencias fueron adaptadas para servir de sede de un hotel de lujo, a partir del año 2006, fecha en la que se le inicia un amplio programa de restauración que acabó con la apertura del nuevo hotel en el año 2009.[1]
Palacio
Este palacio constituye una magnífica construcción de dos plantas de altura, con una amplia fachada a la calle Santiago, frente a la antigua y pequeña Plaza de López Pintado.
Su organización se basa en el esquema tipológico de la clásica casa-patio sevillana, en ella destaca su larga crujía de fachada donde se incluyen el zaguán y las cocheras, junto con otras dependencias que se distribuyen en torno a un soberbio patio central y a un jardín situado en la parte trasera.
El paso entre el zaguán y el patio central citados queda compuesto a través de una triple arcada que se cierra con una importante cancela de hierro cerrando sus huecos.
Elemento esencial en la casa sevillana es el patio, que en en este caso está formado por galerías de arcos de medio punto en sus cuatro frentes sobre columnas de mármol, y que cuenta con con una vistosa fuente central.
Sobre uno de los ángulos de este patio central, y en una posición que permite su articulación con el jardín trasero se ubica la escalera principal, que se cubre mediante bóvedas.
Al exterior presenta una amplia fachada de dos plantas de altura, acabada con la técnica tan sevillana del ladrillo avitolado. Superiormente se remata con un antepecho de fábrica, con cornisa y entablamento y con la presencia de un torreón-mirador que adopta una posición asimétrica respecto a la composición general de la fachada.
La portada de acceso se ornamenta con el típico moldurón mixtilíneo que abraza un escudo bajo el amplio balcón central de planta alta.
Referencias
- ↑ "El alma del barroco sevillano revestido por cinco estrellas". diariodesevilla.es, 27 de marzo de 2010.
Mapa de situación
Bibliografía
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