Bidum
La fiesta del Bidum de Alcalá del Río se celebra el sábado de la feria alcalareña de San Gregorio de Osseth, que se desarrolla en la segunda semana de septiembre.
Historia
En 1990 un grupo de amigos, con muchas ganas de fiesta pero con poco dinero para gastar, prepararon una comida a celebrar el sábado de feria, debido entre otras razones a que la tarde de feria no solía estar muy ambientada.
Los comensales eran José Antonio Ríos Morillo, Antonio Agüera «Calichi», Pablo Prados Villanueva, Fernando Barahona, Luís Ríos Morillo, Miguel Moya, Manuel Prados, José A. Vega, Enrique Mazuecos «Quique», J. Antonio Villanueva, J. Manuel Velázquez, F. J. Velázquez, Antonio Rubio, Fernando M. Corona, J. Antonio González «Nono», Manuel Núñez, J. Manuel Romero, e Isaac Bernal.
Aquel año comieron en la puerta del bar El Pringao en "La Laguna" o, mejor dicho, en medio de la calle. El menú constaba de gambas, jamón y caldereta de cerdo (preparada por Jerónima Álvarez) y un barril de cerveza bien fría a su disposición. La experiencia fue un éxito.
Al año siguiente se apuntaron a la fiesta mas de 30 invitados, debido a lo cual, cambiaron el lugar de celebración preparando el evento en las pistas de la Autoescuela Alcalá (después Salón La Alacena) que por entonces estaba en obras. Nuevamente el menú constaba de gambas, dos jamones y la típica caldereta de cerdo.
Debido a que fue imposible conseguir un serpentín para la cerveza, se optó por la compra de botellines y para enfriar estos, desde muy temprano se metieron en dos bidones que se llenaron de hielo picado. Nuevamente la comida fue un éxito y después de arrasar con las gambas y el jamón, hartarse de caldereta, beberse botellines; se plantearon el irse al real de la feria. El único problema es que todavía quedaba, casi al completo, uno de los bidones lleno de botellines de cerveza y además eran los más fresquitos, lo cual era una pena y un despilfarro.
Y Quique propuso la decisión que cambio la historia de la feria en Alcalá: "El bidón, nos lo llevamos a la feria". Dicho y hecho; montaron el bidón en un palé de obra, le cruzaron dos listones de madera a modo de maniguetas y "pa" la feria en procesión. Los que no portaban al "Santo Bidum" crearon toda una cofradía a su alrededor. En cada "chicotá" brindaban con los botellines muy fríos del Bidum.
La entrada en la feria fue apoteósica, simpática y alegre para muchos, ofensiva para otros (las mentes más retrógradas) y sorprendente para todos. Para los creadores, la borrachera fue tremenda.
A partir de ese año, todos los sábados de feria siguieron celebrando esta peculiar fiesta en la que, poco a poco y año tras año, la gente del pueblo comenzó a coger la idea como propia y a empezar a hacerla en cada pandilla de amigos. Posteriormente la fiesta del Bidum se ha extendido mucho entre la gente joven y no tan joven del pueblo. Se reúnen los amigos, se hacen unas camisetas iguales, montan un armatoste (bañeras, frigoríficos y otros) y se van a la feria a celebrar la fiesta del Bidum.
Una cosa curiosa que ocurre en esta fiesta es que todos los alcalareños invitan a gente de otros pueblos a que se unan, y siempre ocurre lo mismo; la gente se sorprende al principio de lo que es pero siempre tienden a volver al año siguiente.
