Aceituneros de Guadalcanal
Aceituneros de Guadalcanal.
"…aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?.
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor."
En este poema de Miguel Hernández, se muestra toda la grandeza de ese trabajo, tan olvidado, tan poco valorado y, por desgracia, tan poco apreciado por gente que lo ve desde fuera.
Es un homenaje a nuestros padres, y sobre todo a nuestros abuelos: marchaban al "tajo" cuando aún no había amanecido, y regresaban cuando ya caía el sol en la sierra. Y un homenaje a todos los aceituneros de Andalucía y, en especial, a los del pueblo de Guadalcanal. Con mucha dignidad, consideración y reconocimiento, de los "aceituneros", que van "par tajo".
Los olivos, y su fruto, la aceituna, lo han dado todo en este pueblo de la Sierra Norte sevillana.
Referencias
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