Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad (Cantillana)
LA SOLEDAD
Según la tradición, transmitida de padres a hijos, la imagen de nuestra patrona llegó a Cantillana pro- cedente de Sevilla, en un barco a través del río Guadalquivir. Una vez en el lugar de la Alameda, fue montada en una carreta y una vez atravesado el pueblo, siguió por la actual carretera del Pedroso, antiguo camino que unía las provincias de Sevilla y de Córdoba. Al llegar al lugar donde se ubica la ermita de nuestra patrona, antes bajo la advocación de san Sebastián, patrón de nuestro pueblo, dicha carretera fue atrapada por el barro, no habiendo fuerza humana capaz de ponerla en movimiento. La sencillez de la gente de Cantillana pensó que la imagen deseaba que en aquel lugar se le rindiera culto y se hace así desde entonces.
El documento más antiguo que posee la hermandad, es de 1583 y se trata de un contrato que realizaran en la ciudad de Sevilla, Martín Blasco, Mayordomo de la hermandad y Juan de Santamaría , pintor de imágenes, en que el primero se compromete a pagar sesenta ducados, por la ejecución de varias imágenes entre ellas el cristo yacente con los brazos articulados para poder realizar el acto del descendimiento y otras tallas cono un Cristo resucitado, la cruz del calvario, un san Juan, cuatro ángeles pasionarios ( de los que solo se conservan dos) y una imagen de la virgen de vestir ( de la que no se tienen mas datos).
A finales del siglo XVI le son entregadas las tierras de Cantillana, a unos nobles de Sevilla, Los Vicentelos de Leca, emparentados con la alta nobleza Sevillana, y que tenía lazos muy estrechos con la hermandad de la Soledad e incluso, llegaron a ser bienhechores de dicha hermandad, estando apuntados como hermanos, según aparecen en el libro de hermanos, desde 1614, y sucesivamente pertenecieron a la hermandad hasta que definitivamente, abandonaron nuestro pueblo.
Desde muy pronto los Cantillaneros sintieron una profunda devoción hacía la Santísima Virgen de la Soledad a la que muy pronto reconocieron como su abogada y protectora, acudiendo a ella en los momentos mas difíciles y en tiempos de calamidades, está antigua veneración por la Señora se puede comprobar por la existencia de algunas mandas testamentarias como la del ilustre Señor Don Alonso Pérez de Rivera, caballero de la orden de Santiago otorgada en Sevilla el 17 de Diciembre de 1587 y en la cual dice: “ Ytem : mando que conviden para mi entierro la cofradía del Santísimo Sacramento y de la Limpia Concepción, y de la Soledad y San Sebastián de donde soy cofrade...”
Con estos datos históricos se demuestra el auge y la influencia de la hermandad en la clase noble que tuvo Cantillana, durante varios siglos. Al igual que los condes de Cantillana fueron parte íntegra de esta corporación con el paso del tiempo, las autoridades municipales, las que regirían los destinos de la hermandad. En esta época ostentaban el cargo de mayordomo, el alcalde, el secretario de la hermandad era el escribano público, siendo los alguaciles los encargados del mantenimiento y sustento económico de la misma.
Poseía la hermandad tierras de labor en las viñas, con las rentas que dejaban los alquileres de las mismas se sufragaban los gastos de la procesión del viernes Santo. En el siglo XVIII, la ermita fue destruida a causa del terremoto de Lisboa, y una vez reedificada y realizados nuevos retablos y el camarín de nuestra Patrona, tuvo lugar la bendición de las obras de restauración el 17 de febrero de 1794, mientras, la imagen de la Patrona y los demás titulares, recibieron culto en la iglesia parroquial. Para la ocasión, la santísima virgen estrenó un magnifico manto y saya de terciopelo negro. Se celebró una grandiosa procesión desde el templo parroquial hasta la ermita donde acudió el pueblo en masa, en la procesión participaron las autoridades civiles, militares y religiosas del pueblo, el cabildo municipal, el clero y la comunidad del convento de San Francisco. En la procesión se tiraron salvas y El vicario de la Villa, dió paso a la bendición, la cantidad de personas, no solo de Cantillana, sino de pueblos vecinos, no pudieron entrar en el templo, permaneciendo en las puertas del mismo aclamando a la Santísima Virgen.
En los finales del siglo XIX, llegó un periodo de crisis, pero resurgió con muchísima fuerza y vitalidad, aprobándose nuevas reglas en el año 1891 y pasando a formar parte de la orden Servita de Roma. Desde la fundación de la hermandad hasta este resurgimiento, los cultos de la santísima virgen se celebraban de forma muy distinta a como los conocemos actualmente, pues se le daba mas importancia a la celebración de los Dolores gloriosos, el 15 de Septiembre que a los cultos de Semana Santa. Ese día había gran profusión de exorno por las calles del pueblo y desde el templo parroquial, partía una prominente procesión hacia la ermita, donde una vez a las plantas de nuestra madre, escuchar la Santa misa en la que predicaban los mejores oradores, concluidos los actos sacros, las gentes se divertían, bien de fuegos artificiales provocados por el regimiento de granaderos que lucho contra los ingleses en Gibraltar y que tenían su sede en Sevilla. Las primeras reglas conocidas, son de 1603, posteriormente se conservan las ya citadas de 1891 y otras de 1896, las actuales son de 1990. Desde tiempo inmemorial la santísima viegen de la Soledad fue aclamada como abogada y patrona de Cantillana, pero en 1919, y a instancias del clero parroquial y del ayuntamiento se eleva petición a la Santa sede para que reconociera el patronazgo de la virgen María bajo el título de Ntra. Sra. de la Soledad en esta villa de Cantillana. Dicho reconocimiento canónico se hizo público en la función de los Dolores Gloriosos del siguiente año entre el entusiasmo y la emoción de los cantillaneros. Como hecho curioso hay que destacar que tanto la imagen de la virgen como la ermita no sufrieron la destrucción a causa de la guerra civil en 1936, gracias a los hombres del pueblo, que impidieron la entrada en la ermita de la patrona. Finalizada la contienda civil; el 27 de abril de 1939, la imagen de la virgen recorrió las calles de su pueblo en una solemne procesión extraordinaria de acción de gracias por el final de la guerra. Es de destacar que la imagen de nuestra venerada patrona, fue la primera en nuestro pueblo en ser procesionada por costaleros, fue el viernes santo de 1956, en que la Virgen de la Soledad, procesionó en su paso de palio, sobre las parihuelas de la virgen de las Angustias, de la hermandad de los Gitanos de Sevilla. En 1968, un terremoto daña considerablemente la ermita que tiene que ser restaurada, por tal motivo, la hermandad se traslada provisionalmente a la Iglesia Parroquial donde la imagen de la virgen fue venerada en la capilla del Sagrario. En 1973 finalizaron las obras y el 19 de marzo de ese año la virgen es trasladada a su santuario asistiendo a la procesión el cardenal Bueno Monreal que procedió a la bendición del santuario. En 1990, son aprobadas las nuevas reglas de la cofradía la que obligaba a salir nazarenos en la procesión. Ese mismo año la junta de gobierno de entonces toma la desafortunada iniciativa de sustituir los antiguos pasos del sepulcro y el calvario por un paso de misterio en el que se representaba el traslado al sepulcro, este salió desde ese año hasta 1994. Al año siguiente la cofradía volvió a recuperar los elementos seculares de esta, con la incorporación de las imágenes de san Juan, la Magdalena, el señor y la cruz con el sudario y las dos escaleras. El 24 de noviembre de 1995, el pleno del ayuntamiento acuerda por unanimidad conceder la medalla de oro de Cantillana a su patrona. El 1 de mayo de 1996, la Santísima Virgen de La Soledad, recorrió las Calles de Cantillana en procesión extraordinaria. El sábado anterior, representaciones de hermandades, tanto de Cantillana cono de fuera, acompañaron a la virgen en su paso de palio desde su ermita hasta la Iglesia Parroquial donde se celebró un solemne triduo ante la virgen colocada en el altar mayor en su paso de palio. El 1 de mayo, por la mañana, se celebró una solemne función religiosa y a continuación la virgen de la Soledad, recorrió las calles de Cantillana, exornadas para la ocasión y con un recorrido distinto al que tradicionalmente realiza. En la plaza del Llano, El Alcalde de Cantillana le impuso la medalla de oro de la villa a la venerada imagen de la patrona.
En los últimos años la hermandad ha tenido como principal prioridad la recuperación y conservación del patrimonio de la misma destacando la restauración de las bambalinas, del manto de salida y de la corona antigua de plata; así mismo ha visto enriquecido su patrimonio con nuevas adquisiciones y donaciones como la custodia-ostensorio de plata, nuevos encajes para el tocado de Ntra. Sra. pañuelos , broches...
El 17 de diciembre de 2005, María Santísima de la Soledad es nombrada Alcaldesa mayor perpetua de la villa de Cantillana, celebrándose una función solemne e imponiéndole el Sr. Alcalde la vara de mando de tan honroso título. El domingo 18 de diciembre, la virgen recorrió las calles del pueblo como alcaldesa de todos los cantillaneros en su paso de palio; Cantillana la recibió engalanada con colgaduras en todos los balcones del recorrido y con multitud de cohetes como muestra de la alegría de los hijos de este pueblo al reconocer a su madre y patrona como alcaldesa de la villa; acompañaron a la virgen representaciones de todas las hermandades del pueblo, la corporación municipal y representaciones civiles y religiosas del municipio, a las puertas del ayuntamiento recibió una ofrenda floral y una abundante lluvia de pétalos de rosas. A las nueve y media de la noche , la virgen regreso a su santuario. Como recuerdo de esta efemérides se descubrieron a las puertas del santuario dos retablos de cerámicas en las que se recoge todos los títulos concedidos a la santísima virgen como augusta patrona y alcaldesa de todos los hijos de esta villa.
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