Festividad del Corpus Christi (Pruna)
Festividad del Corpus Christi en Pruna.
Cambio de fecha
La célebre frase decía «Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol, Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de la Ascensión». Aunque en Pruna ya no se pueda decir ésto, porque salvo algunas excepciones como es el caso de Sevilla, Granada, Toledo y algún que otro rincón de España, la fiesta ya no se celebra en jueves sino en domingo, desde hace algunos años.
El cambio de la festividad del Corpus del jueves al domingo fue pactado, en 1989, entre los Obispos y el Gobierno de aquella época, con el fin de racionalizar el calendario festivo y, de esta forma, dar cabida a nuevas fiestas laicas, como el Día de la Constitución.
Significado del Corpus Christi
El Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.
Este día recordamos la institución de la Eucaristía, que se llevó a cabo el Jueves Santo, durante la Última Cena al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.
Es una fiesta muy importante porque la Eucaristía es el regalo más grande que Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la Ascensión.
Se conmemora el jueves siguiente (celbrándose ahora el domingo) a la fiesta de la Santísima Trinidad. Esta solemnidad no sólo nos invita a adorar la presencia sacramental de Jesús en el Sagrario, sino que nos lleva a reflexionar sobre el valor de la celebración eucarística o Misa, y a vivir de acuerdo con la doctrina de Cristo y su acción salvadora.
Es sumamente importante para el pueblo cristiano, porque en ella se reconoce a Jesús en su presencia real y como Señor que pasa por las calles de Pruna bendiciendo a los hombres y mujeres que le invocan con fe, como pasaba haciendo el bien en su existencia histórica.
Celebración en Pruna
De esta forma se entiende el Corpus en Pruna que amanece resplandeciente y puede verse cómo sus paisanos se afanan por adornar sus balcones con colgaduras y emblemas de alabanzas. Otros preparan con imaginación los altares y engalonan las calles por donde procesionará el Santísimo con plantas autóctonas de la zona como son el romero, la juncia, la retama, el lentisco… y algunas palmas, ¡ya huele a Corpus!.
El olor a incienso pero sobre todo a las plantas como el romero… la frescura de las calles y el recogimiento de sus altares crea el clima propicio para recibir a Jesús Sacramentado, que pasa por la tarde en solemne procesión, escoltado por niños de primera comunión que lucen por segunda vez sus trajes tras recibir el Sacramento.
Cuando la procesión termina, la fiesta continúa y en algunas calles como es el caso de la Calle Argentina, se disfruta de ese frescor, pues desde muy temprano y con muchísima ilusión se ha trabajado duro para recibir al Santísimo, ahora ya ha llegado la hora de descansar, se sacan las mesas a la calle cenando todos en familia, compartiendo aquello que Dios nos da.
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