Monumentos de Almensilla
Monumentos de Almensilla[1].
Contenido
Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua
Posee alguna escultura de los siglos XVI y XVIII.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua posiblemente en su origen mudéjar, fue profundamente reformada durante los siglos XVIII y XIX. El acceso a la iglesia se hace a través de una portada en arco de medio punto. A la izquierda hay un retablo de azulejos que representa la imagen de la Virgen titular, Ntra. Sra. de la Antigua y arriba una espadaña con dos huecos de campana. El interior de la iglesia consta de tres naves separadas por pilares de base cuadrada y cubiertas por una estructura de madera. En el presbiterio destaca el altar mayor, realizado en madera pintada en jaspeado y con remates dorados. Este retablo es presidido por una imagen del siglo XVI del Cristo de las Penas. En el muro derecho destaca un gran lienzo que representa la Piedad y en el opuesto está la patrona de la localidad, la Virgen de la Antigua con el Niño. En la cabecera de la nave derecha se abre adyacente la Capilla del Sagrario, en cuyo retablo mayor hay una imagen del siglo XIX del Niño Jesús, en figura del Buen Pastor, obra de Juan de Astorga, así como dos ángeles lampareros del siglo XVIII. En esta misma nave hay una talla de Santa Teresa de Jesús de mediados del XVII. Durante una parte del año, esta parroquia da cobijo a una escultura del siglo XVII del patrón de la villa, San Diego de Alcalá. El simpecado de la Hermandad del Rocío también se venera en uno de los altares de este templo.
Ermita de San Diego
1967/68. Estilo contemporáneo. La ermita de San Diego de Alcalá se comenzó a construir en el año 1967 con el objeto de albergar la imagen de San Diego, que llegó el mismo año a esta villa de forma desconocida. Para la construcción de la ermita el pueblo tuvo que comprar los terrenos en que se enclava la ermita a partir de las donaciones populares y fue ese mismo año cuando Almensilla acude por primera vez en peregrinación a la ermita, acompañando a su Santo Patrón. En 1968 la edificación de la ermita se finaliza y se bautizan las dos campanas de su portada con los nombres de Diego y Ludgarda[2].
Hacienda de Quinta
Está situada en el centro del pueblo y se mantiene en buen estado gracias a la conservación de sus propietarios. Para acceder al interior de la hacienda hay que atravesar un jardincillo delantero que comunica con el patio principal. A la izquierda queda la casa del señorío, con una arquitectura bastante rústica, por eso se piensa que su última reconstrucción debió datar del siglo XVII (la originaria debió ser muy antigua porque se han hallado inscripciones visigodas en el suelo). A la derecha, se conserva el molino aceitero con sus viejas tinajas, su torre contrapeso, cornisa y cinco almenas. Al fondo queda otro patio irregular separado del primero por una portada independiente y que dan a las viviendas del capataz y del casero, así como a las dependencias para el ganado.
Hacienda de San Antonio. Portada de la Hacienda de San Antonio
Siglo XVIII. Neoclásico. La Hacienda de San Antonio se encuentra adosada a la Iglesia de Ntra. Sra. de la Antigua, con la que, al parecer, estuvo comunicada en el pasado. Perteneció al Conde de Santa Bárbara y en la actualidad se encuentra en buen estado de conservación. La entrada a la hacienda tiene lugar a través de una portada sencilla, con tres curiosas almenas terminadas en otras más pequeñas, que es el acceso al patio de labor. Al fondo de este patio puede verse la casa del señorío, con dos plantas y una torre mirador acabada en terraza. Tanto la casa como el mirador se encuentran terminados con almenas. En la fachada de la hacienda hay una placa de cerámica con un texto que hace constar la donación de quinientas fanegas de tierra por el rey Felipe IV a don Francisco Fernández Marmolejo, por haber ayudado con sus bienes a la Hacienda Pública cuando sufría necesidades como consecuencia de las Guerras de Flandes.
Hacienda de Santo Patriarca
Es una pequeña hacienda situada en las afueras del municipio. Las construcciones se desarrollan en torno a un patio rectangular, con un pozo central, al cual dan el molino, las cuadras, el pajar y las viviendas del casero y del capataz. Tiene una entrada muy sencilla, junto a la que se encuentra la casa del señorío, con dos plantas y un jardín delantero. La reconstrucción actual data del siglo XX y toma fuerza dentro del paisaje rural por sus planos encalados y su simbólica palmera.
Hacienda de Majalcofar
Es una hacienda de planta rectangular que parece haber sido reconstruida totalmente en el siglo XIX con estilo neoclásico (su nombre hace pensar que primitivamente debió ser una alquería musulmana). El señorío presenta su fachada exterior a la carretera y su fachada interior a un patio con forma cuadrada, en el que se conservan restos del antiguo molino de viga. Detrás queda otro patio de labor con entrada lateral al cual dan las demás dependencias agrícolas.
Lápida
Colocado en la fachada de la Hacienda de San Antonio y que data del siglo XVIII. Cuenta la cesión real de unas tierras que concede el rey, Felipe IV, a Francisco Fernández Marmolejo en el año 1640.
Iconografía
Azulejo con temática religiosa “Cristo soportando la Cruz”, datado de 1917, en la esquina de la Hacienda de Quinta con la Plaza de la Cruz, bajo un farol de cerrajería. Existe otro azulejo con temática religiosa “Llamada de Raimundo” y que data del siglo XVIII. Colocado en la esquina de la calle Jesús con la calle Aire, bajo una cruz de cerrajería.
Reloj
Reloj artesano situado en un campanario de hierro sobre el Ayuntamiento. Data desde finales del siglo XIX.
Referencias
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